viernes, 5 de abril de 2013

9 de abril gaitanista, no santista


Gaitán: un pedacito de pueblo que no ha podido arrancar la muerte





Horacio Duque.


El próximo 9 de abril se hará una gigantesca movilización popular para recordar el liderazgo del caudillo popular Jorge Eliecer Gaitan, acribillado en el centro de Bogotá, ese día del año 48.

Millares de campesinos, obreros, estudiantes, mujeres, indígenas, afrodescendientes y otros sectores del pueblo colombiano estarán presentes en las calles de Bogotá, para exigir la terminación de la violencia, la eliminación del neoliberalismo y rechazar la reelección del actual presidente de Colombia, continuador de la gestión de Uribe Velez.

El actual ciclo de violencia que padece la nación se inició con la masacre de Gaitan por la oligarquía dominante, cuyo representante es Juan Manuel Santos. La familia santos es parte central de esta historia de sangre y dolor de millones de colombianos. Son parte de la oligarquía que controla el Estado y sus instituciones mediante la violencia, el despojo, el despotismo y la represión del pueblo con sus organizaciones.

Santos, el actual jefe de la Casa de Nariño, quiere utilizar esta fecha para ganar legitimidad y aparecer como el gran pacificador del país. Me recuerda la manera como los representantes del virreinato destruyeron al movimiento de los Comuneros del Socorro al finalizar el siglo XVIII. Se comportaron como nansas palomas con los lideres de la insurgencia artesanal en Zipaquira, pero cuando dispusieron de la oportunidad masacraron a Galan y los otros dirigentes, cortandoles las cabezas para colgarlas en sitios públicos como una manera de sembrar el terror entre los rebeldes.

Es exactamente lo que planean hoy con la resistencia campesina revolucionara. Es lo que hace ser cautelosos con los simulacros burgueses de condescendencia.

Pretender que el 9 de abril sea la multitud volcada en pos de la reelección de Santos es absurdo. Es firmar un cheque en blanco para el neoliberalismo, por la continuación de las políticas contra el pueblo, respaldar la pax romana y la paz que no toca el modelo del capitalismo salvaje.

El 9 de abril es gaitanista, rebelde, revolucionario, popular, antimperialista. Tambien chavista. El 9 de abril es insurreccional, es una batalla para acorralar a la clase dominante del bipartidismo disfrazado de unidad nacional.

El 9 de abril no es santista. No es otro escenario para perfumar el poder de la oligarquía.