Por Horacio Duque.
¿Santos gaitanista?
¿Oligarquía gaitanista?.
¡ Mamola!, Como diría el
inmolado caudillo revolucionario popular Jorge Eliecer Gaitan.
Nos acercamos a otro
histórico 9 de abril, fecha que el pueblo colombiano recuerda con profundo
dolor y tristeza.
Ese día de 1948, fue
escogido por la oligarquía liberal-conservadora y el imperialismo gringo para
acribillar el líder colombiano de mayor arraigo popular en sus años de
existencia.
Eduardo Santos, Mariano
Ospina, Laureano Gomez Hurtado, Rojas Pinilla, Lleras Camargo y Restrepo, son
todos nombres asociados con este horrendo crimen que instaló una de las etapas
mas oscuras de la historia colombiana. Es lo que el revisionismo histórico oficialista
quiere que se olvide.
Pero no han podido
eliminar de la conciencia histórica nacional la imagen, el discurso, el
pensamiento y el ejemplo moral de Gaitan. Sigue vivo.
Por eso, el señor Santos,
el sobrino nieto de un ex presidente, ha calculado unirse a los eventos
programados para el próximo 9 de abril. ¡Qué farsa¡.
Quiere relegitimarse con
su paz neoliberal. Pretende desviar el potencial revolucionario de los diálogos
de La Habana y capitalizarlos en favor de todas sus políticas y su fracasada
reelección. De la locomotora minera, de la agroindustrial, de la confianza
inversionista. De la impunidad de sus "falsos positivos". De la salud
mercantilizada. Del ESMAD.
Pensar que el oportunismo
de viejos politiquer@s, "puntas de lanza" del podrido e inveterado
clientelismo bipartidista, le servirá de carroza a la pantomima oligárquica en
la Plaza de Bolivar de Bogotá y en la tribuna que se disputan a dentelladas los
conocidos negociantes disfrazados de socialistas retóricos.
El bloque popular
revolucionaria que se perfila en la alianza democrática por el socialismo y por
un mundo mejor, debe hacer sentir su voz y potencia para desenmascarar la
canallada y el montaje para manipular a la multitud de campesinos, obreros,
estudiantes, mujeres, desempleados y animales que se están convocando.