lunes, 15 de abril de 2013

Venezuela, vienen días más difíciles de contra revolución


Nicolás Maduro electo presidente de Venezuela




Horacio Duque.

Quien crea que el camino de una revolución socialista está sembrado de rosas y jolgorio, está muy equivocado. Necesita que vaya y repase la historia de la revolución soviética desde noviembre de 1917, luchando contra invasiones y el sabotaje de la burguesía europea. O que le de una mirada al recorrido de la revolución cubana enfrentando el poder del imperialismo gringo durante su ya larga existencia heroica.

Una revolución es una macro transformación que implica el cambio en la estructura de propiedad, en el Estado, en la cultura, en las creencias, en el poder, en la economía y en la sociedad, para eliminar el dominio de grupos minoritarios que se sustentan en la explotación de toda la sociedad; que es la historia de Venezuela desde hace 500 años.

Ir del capitalismo al socialismo es una batalla de titanes que requiere de la mayor conciencia, disciplina, organización e inteligencia de los líderes y los partidos políticos de las clases subalternas-

El resultado electoral que dio la victoria a Nicolas Maduro para ser el Presidente de la República bolivariana de Venezuela hasta el año 2019 es incuestionable.  Fruto de una jornada electoral transparente. 

Desconocerlo es una incitación a las vías violentas y al agravamiento de las tensiones políticas que involucran a una sociedad de casi 30 millones de personas. Y quien lo haga debe asumir las consecuencias de su aventura.

La votación sumada por la oposición y su candidato Capriles, que no es poca, es consecuencia de muchos factores. Pesa la brutal acción del imperialismo y las multinacionales. La manipulación mediática sobre la conciencia popular.

Pero es necio desconocer los errores del campo revolucionario. La violencia urbana, la corrupción, el burocratismo, el oportunismo, la inflación, la paquidermia del Estado y el desabastecimiento alimentario, estan minando la credibilidad en el proceso de miles de personas que de chavistas pasaron a votar por el candidato opositor.

Vienen días muy difíciles y duros para la revolución bolivariana. 

La derecha tomó aire y no va a descansar porque ella si sabe de "guerra de movimientos y guerra de posiciones". Al relativamente exitoso desempeño electoral (guerra de movimientos) lo acompañará una "guerra de movimientos post electoral" que conllevara mucha contundencia.

Pedir el recuento de los votos es apenas el primer paso. Vendrán episodios conocidos de sabotaje, bloqueos, guarimbas, intentos de golpe, alianzas con oportunistas y traidores que ya levantan cabeza porque su único interes era hacer negocios y llenarse de dolares los bolsillos como los negociantes que llegan de Colombia y presumen de socialistas.

Es preciso cohesionar el bloque de izquierda revolucionaria y afinar los objetivos, las estrategias y tácticas para afrontar la tormenta que ya se instaló en el escenario político venezolano.

El Polo Patriótico es un referente adecuado para las circunstancias, como escenario de alianzas y movilización de la multitud y Lo Común.

La contrarrevolución ganó el espacio suficiente para desplegar sus planes de destrucción de los avances socialistas y populares de los últimos 14 años.

La batalla ideológica es primordial. Los pragmáticos y aprovechadores de la revolución quieren apagar la labor militante de los intelectuales socialistas para evitar los problemas. Los quieren en silencio y sin pensamiento critico. No podemos permitir un día de licencia en la confrontación con el bloque burgués que viene por todo y contra el pueblo.

La contrarrevolución está en curso y cruzarse de brazos es el suicidio.

San Cristobal, 15 de abril de 2013.