domingo, 28 de abril de 2013

Procurador Ordoñez, otra mula muerta que se le atraviesa a la paz

Procurador Alejandro Ordóñez, representante de Opus Dei en
Colombia y “vaca” de la derecha fascista encabezada por
el
ex mandatario Uribe hará todo los posible e imposible para
frenar y hacer fracasar el proceso de paz en Colombia.



Por Horacio Duque

Hay varias mulas muertas que con recurrencia se le atraviesan a la posibilidad de que Colombia supere la violencia expresada como una prolongada guerra civil con destrucción de miles de vidas humanas.

A lo largo del debate del tema agrario fue el inefable José Felix Lafaurie, el Presidente de Fedegan y jefe de los latifundistas ganaderos, quien desplegó una obstinada campaña de descrédito de las conversaciones y reuniones sobre este crucial asunto de la sociedad, fuente de litigios y ciclos de violencia contra la población campesina afectada por el despojo y desplazamiento forzado.

Para que referirse más al señor del Uberrimo y sus obsesión ultraderechista, bien conocida por todos.

O al desafío permanente del Ministro Pinzon, de la Defensa, con su retórica estridente orientada a devaluar la política de paz del Presidente Santos.

Todo indica que el turno del sabotaje sistémico a la Mesa de La Habana y a cualquier intento de cambio democrático, es para el espantoso Procurador Alejandro Ordoñez, actualmente en ejercicio de sus funciones administrativas como supuesto representante de toda la sociedad.

Sus posturas son de abierto bloqueo a toda fórmula que se perfile para aclimatar la paz.

En principio ha enfilado baterías para descalificar cualquier arreglo penal que derive en los indultos y amnistías que propicien la participación política democrática de los miembros de la resistencia campesina revolucionaria que cristalicen un acuerdo con el Estado respecto de la lucha armada como método político para transformar la sociedad.

Este ultramontano de la política se ha colocado en el centro de la cruzada para impedir que Colombia salga del bloqueo antidemocratico impuesto por la oligarquía dominante.

Tal parece que su onda expansiva desestabilizadora alcanzará al Alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, cuyo único pecado ha sido destapar el peor robo a los caudales de la hacienda pública, ejecutado por mafias criminales que capturaron las instituciones democráticas de la ciudad.

Ordoñez, la otra mula muerta que se le atraviesa a la paz y la democracia. No hay que callar ante su absurdo comportamiento.

horacioduquegiraldo@gmail.com