jueves, 18 de abril de 2013

Segundo Bogotazo, peor que un terremoto.




Horacio Duque.

Si hoy ocurriese un fenómeno sísmico en Bogota, Dios no lo quiera, los daños no tendrían la dimensión de los que propicio el denominado, por la importante Revista Semana (ver edición del 14 de abril del 2013), segundo Bogotazo.

No se sale del asombro y el choque emocional/ético, al conocer los detalles y hechos de los 38 frentes de saqueo a los presupuestos públicos en el período de gobierno del Polo Democratico en la capital de Colombia (2008-2011), en cabeza del hoy encarcelado Samuel Moreno Rojas, para quien el ex candidato presidencial de la izquierda institucional, Carlos Gaviria, ha pedido de manera enfática beneficios jurídicos extraordinarios. ¡Que descaro!.

Según la extensa investigación de la Revista, en fuentes judiciales de mayor crédito y en otras muy objetivas, para el saqueo de la ciudad se conformó un "gobierno en la sombra", con una Junta Directiva de la que hacían parte su hermano, el senador Ivan Moreno (también encarcelado en La Picota), Emilio Tapias (en la cárcel), Julio Gomez (en la cárcel) y Alvaro Davila (en La Picota). 

Tenían un avión privado y se reunían de manera consuetudinaria en Miami, donde adquirieron lujosas propiedades y organizaron cuentas en paraísos fiscales, con la asesoría de expertos barranquilleros en mercados financieros y bancarios.

El ataque y despojo a los bienes públicos de la ciudad fue inclemente y arrasador. Se llevaron todo. Los dineros del IDU. Los de la Malla vial. Los del Acueducto. Los de la salud. Los del recaudo del sistema público de transporte. Los de la descontaminación del río Bogota. Los de los comedores comunitarios. Los del Idiprom. 

El monto del atraco ronda en los 600 millones de dolares. Recibían hasta 200 millones de pesos diarios (100 mil dolares) por las mordidas acordadas con los contratistas escogidos a dedo, que tampoco entregaban las obras como ocurrió con las cámaras de seguridad para escuelas y colegios, que las desaparecieron y se encuentran en Popayan.

Parte de dicha red delincuencial fueron 17 concejales que se repartían los dineros sustraídos. Muchos de estos continúan en sus cargos, maniobrando, arreglando pruebas, sobornando funcionarios judiciales y traficando con influencias para dejar en la impunidad sus fechorías  La prueba está que las investigaciones no avanzan ni arrojan resultados. Por el contrario, han orquestado una campaña de revocatoria del actual Alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, quien destapo heroicamente toda esta podrida alcantarilla de la política en la Capital de Colombia. 

Esos concejales son un peligro para la sociedad, como lo establece el Código Penal. Son peor que una Bacrim.

El lider de las firmas para suspender el burgomaestre progresista es, ni más ni menos, un adalid de la extrema derecha colombiana, el parlamentario Miguel Gomez, quien moviliza unas abultadas sumas de dinero, de origen sin aclarar, para pagar un lumpen de pregoneros que repiten como zombis unas absurdas frases. Es un político que mueve las cuerdas de los ediles mencionados.

La ciudadanía y toda la esfera pública, conformada por 8 millones de personas, está completamente indignada y consternada con este descomunal ciclón de corrupción.

Sin embargo, hay parálisis por la evidente manipulación de los grandes medios de comunicación que reciben gigantescas cantidades de dinero de contratistas truculentos vigentes, empeñados en destruir el actual gobierno de la ciudad porque ha tomado decisiones resueltas en defensa de la público en áreas estratégicas como el servicio del aseo, la salud, la movilidad y la infraestructura central del perímetro urbano.

Para las próximas horas está anunciado un megadebate en el Concejo distrital y diversos grupos de la ciudadanía han expresado su determinación de movilizarse hacia este escenario político, para exigir resultados en las acciones penales contra los ediles comprometidos en los ilícitos descubiertos. Se trata de personajes muy conocidos como Orlando Parada, Antonio Sanguino, Andrés Camacho, Jorge Salamanca, Soledad Camacho, Jorge Duran, Dario Fernando Cepeda, Hipolito Moreno y otras fichas adicionales de esta mafia de cuello blanco.

Lo curioso es que hay otros concejales, asociados con el inveterado bipartidismo liberal-conservador, que hundidos en la lógica del clientelismo y el cohecho, quieren pescar en río revuelto para obtener tajadas burocráticas y fiscales, mediante el sabotaje a las iniciativas del ejecutivo distrital, orientadas a la puesta en marcha de los proyectos del Plan de Desarrollo.

Por nuestra parte, hemos conformado con varias organizaciones y ciudadanos, el Frente Común contra la impunidad y por la Justicia, que se reunirá este fin de semana para trazar líneas de acción y movilización pública.

Exigimos que la justicia actúe ya, y que cese la impunidad frente a este atraco concertado gravemente por los nombres que se conocen claramente.

¿Cómo puede haber paz en Colombia con hechos de esta calaña y con una justicia inoperante y carcomida también por el soborno y la mordida?. Difícil.


Bogota, 18 de abril del 2013.