miércoles, 17 de abril de 2013

Diosdado Cabello con mano de hierro y autocritica.


Diosdado Cabello sigue la senda trazada por la Revolución



Horacio Duque.

Al igual que el Presidente Nicolas Maduro que ha trazado las líneas de la ofensiva socialista contra el golpe ultraderechista para hacer frente a la campaña de desgaste y al golpe en escala que se propone crear condiciones hacia un derrocamiento institucional, el Presidente de la Asamblea Legislativa Diosdado Cabello, ha vuelto por sus fueros de enérgico dirigente, como sucedió en el golpe del 2002, para determinar la autoridad del nuevo gobierno revolucionario elegido.

A los diputados del sabotaje en la oposición les ha señalado de manera tajante que quien no reconozca el nuevo Presidente Maduro será desconocido por la legalidad del ámbito parlamentaria. 

Corto de tajo el juego desestabilizador  y violento de los perdedores fascistas que pretenden sumir en sangre la sociedad entera con guarimbas, incendios, disparos y ataques masivos contra los sectores populares del chavismo y la nación.

Mano de hierro y puño cerrado es la postura radical de Cabello. No se fue por las ramas y fija posición diamantina.

Pero no es solo eso. El dirigente a llamado a la autocritica y la rectificación.

La revolución no puede cruzarse de brazos y esperar que el caos promovido por el gobierno de Obama a través de la CIA y la Oposición, alcancen sus objetivos obstaculizando el quehacer cotidiano efectivo  de los administradores y lideres del gobierno.

Hay que corregir la ineficiencia pública, erradicar la corrupción, controlar el desabastecimiento, eliminar la inflación, cortar los apagones e intervenir la inseguridad y violencia urbana.

Se requiere recuperar y  priorizar el Programa de gobierno para colocar a la ofensiva los planes sociales que se han estancado, a partir del control estatal de la economía.

Es preciso hacer cambios estructurales en la gobernanza socialista desde el proyectado Estado comunal y las comunas como forma alternativa de gestión del interes público.

El fenómeno de la violencia urbana y la delincuencia urbana necesita de estrategias integrales para eliminarla. La experiencia sugiere hacer las cartografías de la delincuencia, focalizar los puntos de la inseguridad y actuar con milicias locales contra los bandidos y estructuras anómicas.

La corrupción endémica de funcionarios y entidades estatales se debe intervenir con sistemas especiales de alerta e inteligencia, para eliminar rápidamente los puntos del despojo de los bienes públicos.

Hay que impulsar programas productivos y de rectificación administrativa.

Hay que reducir la tramitología y mejorar los servicios en todos los aspectos.

Por ultimo, que no de último, hay que meter mano ya en los flujos financieros internacionales que dan soporte a la labor subversiva de la oposición escuálida. El imperialismo y sus agencias estatales entregan cifras multimillonarias a las camarillas de ultraderecha para que adelanten su labor de desgaste que va a proseguir para promover, en tres años, un referendo revocatorio del nuevo jefe de gobierno. Esto hay que eliminarlo con una legislación muy estricta para penalizar la presencia de tales recursos financieros.

San Cristobal, 27 de abril del 2013.