Horacio Duque.
El próximo 9 de abril se
recordará, por el pueblo colombiano, el gran líder popular Jorge Eliecer
Gaitan, acribillado por la oligarquía en esa fecha del año 1948.
Grandes grupos humanos se
movilizaran en Bogotá para exaltar el pensamiento y el liderazgo del caudillo,
resaltando su lucha por la paz y el fin de la violencia. Es una tarea que
permanece vigente en la agenda nacional dados los niveles adquiridos por la
guerra civil durante las últimas cinco décadas con las consecuencias conocidas
en vidas humanas y violación general de los derechos humanos que han convertido
a Colombia en un infierno para millones de seres humanos, golpeados por
la muerte, la tortura, el desplazamiento y el despojo.
Es lo que le da
trascendencia histórica a los eventos del 9 de abril programados, en los que el
Alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, es columna vertebral por su compromiso y
militancia abierta en la búsqueda de la paz.
La paz es parte del
Programa de gobierno de la actual administración que se identifica como la
gestión por Una Bogotá humana, ¡Ya!.
Con la paz, y su eficaz
combate a la corrupción que ha destruido las mafias de la contratación
enquistadas en el Concejo, Petro hace Bogotá humana, ¡Ya!, y eso es un logro
descomunal que coloca un campo decisivo del Estado en la línea de la
convivencia y la no violencia, en momentos en que otros niveles del aparato
público hacen un desempeño contrario al anhelo nacional por la terminación de
la guerra civil, como ocurre con los Ministerios de Agricultura y Defensa, que
sabotean todo el esfuerzo social por materializar la paz con justicia social.
La Alcaldía de la capital
de Colombia ha sido decisiva en los actos preparatorios de las
manifestaciones.
Especial papel ha
cumplido Jorge Rojas Rodriguez, alto funcionario del despacho del burgomaestre
que ha coordinado cada detalle de la manifestación del 9 de abril, canalizando
apoyos logísticos y políticos.
Merced al compromiso de
este y otros probos funcionario, la lucha por la paz, en adelante, tendrá otras
dimensiones, ciertas en la conquista de los objetivos indicados en los diálogos
de La Habana.