Comandante Timochenko |
por Jhon
Jairo Salinas/ marcha patriótica Quindìo
Viernes,
05 de Abril de 2013
Desplazados
y destechados, indígenas, campesinos, hombres, mujeres, jóvenes, nos
congregaremos, sumándonos desde esta tierra quindiana, a la gran marcha por la
paz, el día 9 de abril, en la cuidad de Bogotá.
El
departamento del Quindío, rodeado de exuberantes montañas, paisajes verdes,
palmas, café, danzarinas cascadas, con una extensión territorial de 1800 kilómetros
cuadrados y una división política administrativa de 12 municipios, cuya capital
es Armenia, vio nacer, en tres de sus municipios, a los líderes más
emblemáticos de las dos expresiones insurgentes más antiguas de América Latina,
como lo son las FARC y el ELN. Los hermanos Vásquez Castaño, fundadores del
Ejército de Liberación Nacional (ELN), vinieron al mundo en Buenavista; Manuel
Marulanda Vélez, mentor de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC), era oriundo de Génova, y actualmente, Tebaida y Calarcá se disputan la
cuna de su máximo dirigente, Rodrigo Londoño Echeverri, más conocido como “Timochenko”.
Ésta parte
del país, también vio nacer al poeta comunista Luis Vidales , nativo de
Calarcá, quien en 1.985 obtuviera el premio Lenin de paz, equivalente al premio
Nobel de los antiguos países de la cortina de hierro. A su vez, el municipio de
Filandia fue el lugar de nacimiento de uno de los máximos líderes del Partido
Socialista de los Trabajadores, Ignacio Torres Giraldo, sindicalista,
organizador popular e intelectual marxista, muerto en Cali el viernes
15 de noviembre de 1968. Los padres de Ignacio, eran de origen antioqueño y
descendientes de colonos.
Con todo y
los breves antecedentes históricos mencionados, no podemos dejar pasar
desapercibido que en todo el territorio del Quindío -antigua zona de guerreros
pijaos- la lanza del cacique Calarcá resistió, imponiendo su rebeldía a los
invasores europeos que osaron adentrarse por dichas tierras.
En la
década de los años cincuentas, nuestra región fue una de las que más sufrió los
rigores de la violencia política entre liberales y conservadores, poniendo una
alta cuota de muertos, al dar origen a la primera resistencia de campesinos
liberales, que veían como los “chulos”, de extracción conservadora,
imponían la barbarie a quienes oteaban la bandera liberal gaitanista.
El 9 de
abril de 1948, en el departamento del Quindío la (…) correlación favorable a
los gaitanistas en el reagrupamiento del liberalismo (junio de 1947), determino
dentro de la actividad una proporción de directivos y nominados pertenecientes
a estratos económicos medios, mayor que de costumbre. En Armenia y Calarcá para
muestra, los respectivos directorios municipales Liberales que funcionaban el 9
de abril de 1948 teniendo que asumir las responsabilidades ante el
acontecimiento imprevisto, estaban compuestos en porcentajes bien altos por
simples titulares de profesionaless liberales y periodistas. Su presidente en
Armenia era el locutor de un noticiero radial, el oficio, pues, lo puso a las
puertas del horno que le causaría ser juzgado por un concejo verbal de guerra
como radio amotinado del 9 de abril; desde el momento que se conoció en
la ciudad la notica del asesinato del caudillo Liberal Jorge Eliecer Gaitán
hacia la 1:30 de la tarde, se había propuesto impulsar la movilización de
liberales a través de la radio, dejando en la memoria colectiva la consigna
percutora ¡a las ferreterías, a las quincallerías!; así iniciaba a
pertrecharse de las únicas armas existentes en el mercado, los fierros y
machetes destinados a las faenas campesinas, sirvieron de armas para la
sublevación liberal.(…) (Carlos Miguel Ortiz Sarmiento- Estado y subversión en
Colombia, la violencia en el Quindío, año 50 – biblioteca de autores Quindianos
– Pág. 125,126 año 2002)
Tales
antecedentes, así sea por los escasos elementos históricos recogidos, hacen
la urgente necesidad de que el departamento se convierta en un
laboratorio de paz.
Hoy, la
región entera atraviesa una grave crisis económica y social. Ocupamos el tercer
puesto, a nivel nacional, de desempleo, padecemos la quiebra económica de
nuestros caficultores, un alto índice de sicariato; la presencia de bandas
emergentes -Bacrim y “Rastrojos”- controlando el negocio del micro-tráfico.
Según el informe de transparencia nacional, el Quindío está entre los cinco
departamentos más corruptos del país. Datos de la defensoría del pueblo, a
nivel nacional, nos ubican como la región más desigual después de Chocó. De los
casi 600 mil habitantes, el 75% están entre los niveles de pobreza, miseria e
indigencia; de los 1800
kilómetros cuadrados de la extensión territorial, más de
la mitad se encuentra en concesión minera. Megaproyectos, como el fracasado
Túnel de la Línea, contaminaron las aguas que surte el acueducto de los casi
100 mil ciudadanos calarqueños. La multinacional Smurfit Kappa cartón Colombia
con 12 mil hectáreas sembradas en coníferas, hacen que el verde esmeraldino de
nuestro paisaje, sea un “sofisma de distracción”.
Desplazados
y destechados, indígenas, campesinos, hombres, mujeres, jóvenes, nos
congregaremos, sumándonos desde esta tierra quindiana, a la gran marcha por la
paz, el día 9 de abril, en la cuidad de Bogotá, con un número aproximado de
tres mil quindianos, que marcharan por la dignidad de este país. Exigiendo como
objetivo principal, la paz con equidad y justicia social, gritando un canto a
la vida y a la esperanza de quienes hemos estado sometidos a una guerra
impuesta desde sus inicios, por las elites mezquinas que no han querido
entender que somos más los que luchamos por un verdadero futuro, donde nuestros
niños y niñas, puedan vivir en el país que soñaron nuestros próceres de la
independencia, bajo la egida de la libertad y autodeterminación de nuestros
pueblos.