Horacio Duque.
Crecen los espacios de la
paz con justicia social. Se alejaron los nubarrones y riesgos para los diálogos
de La Habana. El mal momento de la semana pasada (1 y 3 de febrero), se supero
con inteligencia y gestos oportunos. Es la virtud de la dificultades, propician
nuevas formas de conocimiento e interpretación de la la realidad social
abigarrada. El Presidente Santos ha señalado que todo marcha con pie firme y
las Farc/EP han dicho que no hay crisis en las conversaciones.
El incidente de los dos
policias de Pradera y del soldado de Policarpa está en vía de resolverse en los
términos que lo demanda la sociedad. Queda claro que se negocia en medio del
conflicto, y que lo deseable es un cese al fuego bilateral.
Para resaltar que la
intención de polarizar la sociedad como lo pretende la extrema derecha uribista
no tiene eco en la nación, pues es un escenario que favorece su proyecto
político altamente regresivo. La configuración reaccionaria que promueve el
señor Uribe tiene un perfil destructivo que en nada aporta a la solución del
conflicto social y armado.
Por supuesto, se necesita
multiplicar los niveles de la potencia popular que acompaña la paz. Las
conversaciones de paz requieren de la movilización de masas. Son estas las que
deciden con su presencia en las calles y las esferas públicas el curso de la
historia.
El acompañamiento popular
amplia la legitimidad y eficacia de los diálogos y los consensos que han sido
construido paulatinamente.
Diversas organizaciones
de la sociedad civil, incluidas autoridades públicas municipales, distritales
(Bogota con el Alcalde Petro) y regionales han proyectado un plan de acciones,
movilizaciones y concentraciones para dar su respaldo a la paz.
El 9 de abril, fecha
histórica para los colombianos, que permite recordar una tragedia de hondas
repercusiones en el devenir nacional y político, en que cayo asesinado por las
oligarquías el caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitan, se realizará una marcha
sobre Bogotá, de cientos de colombianos para refrendar el proceso encaminado a
superar el conflicto social y armado y construir una paz estable y duradera.
Sindicatos,
organizaciones agrarias (Fensuagro), asociaciones populares, estudiantes,
mujeres, indigenas, afrodescendientes, profesores, estudiantes y otras
expresiones de la sociedad civil se han concertado para ponerse en movimiento y
demostrar su voluntad en favor de los diálogos y la solución negociada de la
guerra civil nacional.
La paz es del pueblo que
sufre la violencia. La misma es un bien público que no admite la manipulación
de la vieja politiquería ni el uso de caudill@s predestinados que arrastran los
vicios del clientelismo y la corrupción mediante el vulgar soborno que se
acompaña con ríos y maletas de dinero oscuro.
Paz con masas es la
escuela en la que se construye un nuevo sujeto político para la democracia
antineoliberal que todos demandamos desde abajo. Una subjetividad que se
expresa en los liderazgos colectivos surgidos de la entraña popular.
Cucuta, 6 de febrero de
2013.