Horacio
Duque.
Miles de
pequeños y medianos caficultores al igual que trabajadores de fincas cafeteras
se han dispuesto para realizar, desde mañana 25 de febrero, una multitudinaria
movilización cívica para exigir acciones efectivas del gobierno de la
"Prosperidad Democrática" del señor Santos, encaminadas a resolver la
compleja situación en que se encuentra este importante renglón del agro
nacional.
Ya
marchan, por caminos y veredas, centenares de ciudadanos en Caldas, Risaralda,
Quindío, Cauca, Huila, Cundinamarca y Sur Oeste Antioqueño, ha defender su
pliego de peticiones con bloqueos a carreteras y manifestaciones populares, que
materializan su derechos civiles y políticos.
Los
efectos de las políticas económicas y fiscales arruinaron la caficultura
nacional, especialmente la firma del Tratado de Libre Comercio con los Estados
Unidos, que nos está invadiendo con sus productos subsidiados, sin que se
dieran medidas compensatorias con nuestros campesinos. Son los mismos
"patriotas" que se rasgan las vestiduras con lo de San Andrés pero se
silencian o miran para otro lado en este caso o en el de la Drumond y sus daños
ambientales en nuestra plataforma oceánica.
Políticas
macroeconómicas como la revaluación del peso, que diezman la industria
nacional, también liquidan la agricultura. Lo viven cacaoteros, algodoneros,
palmeros, cañeros, trigueros y arroceros ahogados y desesperados por las deudas
con el sistema financiero.
El paro
cafetero es justo porque las medidas que el gobierno dice haber aprobado no han
resuelto los problemas financieros más agudos. Es conveniente porque expresa la
conciencia democrática de los campesinos que no aceptan en silencio la
arbitrariedad y el abuso de una institucionalidad capturada por el clientelismo
del espectro político oficial controlado por el santismo en plan reeleccionista
con la compra de votos y caciques electorales. Y es necesario porque solo con
la protesta y el paro cívico es posible hacerle entender al Estado y a la
Federación de Cafeteros, la justeza de las peticiones populares de los
caficultores colombianos.
El
Ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, ha demostrado que es un perfecto
incompetente en los temas agrarios. En este caso como en las conversaciones de
paz sobre el desarrollo rural que se realizan en La Habana, ha brillado por su
mediocridad. La verdad es que no ha hecho ninguna propuesta constructiva, su
actitud ha sido de sabotaje a los diálogos para terminar la guerra civil
nacional. En el mismo plan se mueve Genaro Muñoz, el burócrata que vive de los
cafeteros como Gerente de la Federación de Cafeteros.
Fracasó
la Locomotora agricola de Santos y su locomotora minera se freno.
¡Qué
renuncien, es la consigna de los huelguistas que ya se toman las carreteras y
con quienes expresamos toda nuestra solidaridad.!
Montenegro/Parque
del Cafe, Quindío, 24 de Febrero de 2013.