Cardenal Rubén Salazar |
Por Horacio
Duque.
Al
termino de la Asamblea Plenaria de los obispos de la Iglesia Católica celebrada
en días recientes en Bogota, su máxima autoridad, el Cardenal Ruben Salazar, ha
hecho trascendentales pronunciamientos sobre las conversaciones de paz que se
adelantan en La Habana entre el gobierno del Presidente Juan Manuel Santos y
los delegados plenipotenciarios de las Farc/EP.
En
la entrevista concedida al diario El Espectador del día 8 de febrero del año en
curso, Monseñor Ruben Salazar ha expresado el pensamiento de la Iglesia sobre
el proceso de paz que se adelanta y que avanza con paso firme.
Cito
las tesis más importantes del Cardenal y destaco su importancia política dada
su enorme influencia en una coyuntura en que sectores muy retrógrados pretenden
polarizar el país para propiciar salidas de fuerza y violentas, contrarias al
interés general de la sociedad, que demanda la superación de la guerra. Bien es
sabido que en su desespero, el señor Uribe Velez y la mano negra de la extrema
derecha, hacen hasta lo imposible para inducir situaciones de miedo y terror
que hagan fracasar la Mesa de Conversaciones de La Habana.
1.
La Asamblea plenaria de obispos da un respaldo pleno a las negociaciones
gracias a sus avances puntuales en el tema del desarrollo rural y plantea la
necesidad de humanizar el conflicto social y armado. La iglesia pide que los diálogos
sean exitosos porque Colombia necesita la paz, necesita tener condiciones de
tranquilidad y del fin del conflicto para construir una sociedad mejor. Esta
determinación fortalece la legitimidad del procesos y amplio su margen político
en todo el Estado.
2.
Afirman las autoridades religiosas reunidas que no es normal que en Colombia
haya un conflicto armado de 50 años en el que todos los días hay muertos. Es el
diagnóstico que durante 8 años desconoció el nefasto gobierno de la Seguridad
Democrática de la bestia negra del Uberrimo. El conflicto existe y hay regiones
del país en donde la guerrilla nunca ha perdido influencia, por lo tanto sigue
en cierto sentido controlando la vida de la población civil. Sobre todo en la
periferia del país y en ciertos pueblos donde la presencia del Estado ha sido
muy débil tradicionalmente.
3.
Atacar el proceso de paz para impedir que termine el conflicto porque se está
convencido de que no se puede por la vía de la negociación sino que hay que
terminarlo por la vía del exterminio no es algo positivo. Esa es la posición de
los grupos más retrógrados de la vida política nacional y de grupos enquistados
en las estructuras del Estado que sabotean abiertamente la paz, como ocurre
desde el Ministerio de Defensa y los mandos militares que siguen embrujados por
el señor Uribe Velez y su retorica de sangre y muerte. Una guerra no se termina
con el exterminio del enemigo, una guerra siempre termina con un tratado, dicen
los obispos; lección que ojala aprendan los guerreristas de siempre, ya
conocidos por todo el país. Y enfatiza la comunidad católica señalando que
pretender que el conflicto no puede terminar por la vía de la negociación es un
sinsentido, en particular porque todos hemos sufrido la guerra y tenemos
heridas abiertas.
4.
Tratar de desviar la política convirtiéndola en exclusión de ciertas
posibilidades, o en un manejo de emociones o sentimientos, no es lo más
adecuado en este momento, tal como lo pretenden los grupos políticos más
intransigentes. Por lo tanto, insultos, descalificaciones o tratos para
personas indignas de ser tenidas en cuenta, como las que a diario hace el
Ministro de Defensa y los generales de la Fuerza Armada, nunca van a llevar a
la paz.
5.
Sobre la participación política de las Farc, Monseñor Ruben Salazar es enfático
en señalar que dicha intervención esta en la esencia de las negociaciones.
Perfecto. Partir del principio de que no pueden participar en política, o que
tienen que pagar un montón de años en la cárcel para hacerlo, es limitar las
posibilidades de se llegue al fin del Acuerdo. El conflicto armado nació de una
pretendida imposibilidad de hacer política. Por eso, si se les niega de entrada
a las Farc, les estamos diciendo que sigan en el conflicto, porque como es
obvio ellos no van a renunciar a sus ideales políticos.Esta claro que los
guerrilleros conservan una ética revolucionaria. Se han alzado en armas para
tratar de imponer su modelo porque no han encontrado espacio en la democracia
colombiana.
6.
Lo trascendental de este pronunciamiento de la iglesia, que sintetiza su
pensamiento político sobre la paz, es que esta pensando en una Marcha Nacional
de oración, con la Virgen de Chinquinquira que es la reina de la paz, y a
partir de la pascua, mas o menos durante unos dos meses van a estar recorriendo
el país con la imagen de la Virgen. Ese aclimatamiento de la paz también se
esta realizando con trabajo en las comunidades. Quiere decir que las palabras
estará acompañadas por hechos concretos de paz. Esta necesita del pueblo católico
movilizado como parte fundamental de la sociedad civil.
Coincidimos
plenamente con las sabias palabras del Cardenal Ruben Salazar. La iglesia no
está con los promotores de la violencia y la guerra, que el país tiene
plenamente identificados. Ganan consenso y legitimidad los diálogos que se
adelantan en La Habana.