Allende La Paz. Cambio Total
23 febrero
Los
”ruidos” exteriores a la Mesa de Conversaciones a fuerza de repetirse -como la
mentira hitleriana- van produciendo sus efectos que son ni más ni menos que
develar, quitar la máscara a los ”enemigos de la Paz”, las mafias que gobiernan
Colombia.
Siempre hemos insistido que a Colombia la manejan unas mafias. Primeramente la mafia de la ”clase política”, la cual ha secuestrado la Paz y adelanta la más cruel y despiadada explotación de los colombianos. La oligarquía -con apoyo directo del imperio- declaró y decretó la guerra al pueblo colombiano a fin de seguir regalando nuestros recursos naturales e implantar el más cruel sistema existente en el mundo, un Terrorismo de Estado basado que busca implantar con todas sus consecuencias el Neoliberalismo.
La mafia de la ”clase política” se cree con derecho de esquilmar los bolsillos del pueblo colombiano y apropiarse de sus recursos financieros asaltando las arcas estatales. No hay día que no se denuncie la más profunda corrupción en todas las esferas de las instituciones burguesas. Para defender sus privilegios la ”clase política” adelanta su guerra -silenciosa- contra la resistencia popular y sus guerrillas -FARC y ELN-, y a toda hora están gritando histéricamente cuando las FARC plantean puntos que los tocan a ellos (y eso que todavía no los han tocado directamente).
La mafia de los militares guerreristas pelechan a la sombra de la guerra, la cual les produce enormes beneficios: jubilación en la mitad del tiempo requerido, prebendas económicas y hasta días de asueto con los ”falsos positivos” o ejecuciones extrajudiciales. Al tiempo, en aplicación de la fascitizante Doctrina de Seguridad Nacional se han convertido en ejército de invasión y agreden a su propio pueblo, en tanto no defienden la soberanía nacional de los depredadores imperiales, y su corrupción es tal que practican la corrupción ”normal” en todas las instituciones estatales son el serrucho, la sobrefacturación, las ”coimas” por los negocios realizados con otros países, como el caso del ministro de defensa Silva quien se embolsilló la bicoca de 800.000 euros por la compra de una fragata a Alemania. Además, como lo prueban los titulares de sus medios de comunicación, cada día se capturan militares y policías inmersos en las cadenas de las bandas de narcotraficantes.
La mafia de los terratenientes-ganaderos quienes han realizado la expoliación -despojo- de los campesinos e indígenas, desplazándolos y apropiándose de sus tierras civilizadas con su trabajo, usando para ello las armas de las fuerzas militares-narcoparamilitares, lo cual ha resultado en que Colombia sea el primer país ”productor” de desplazados en el mundo, más de 5,5 millones de personas, por encima de Sudan y otros países, lo que los ha llevado a mostrar a los ojos del mundo, primero, la más aberrante desigualdad social y, segundo, una monopolización de la tenencia de la tierra al punto que el 2% de los grandes propietarios son ”dueños” del 52% de la tierra.
Contra ese estado de cosas las FARC han recogido el sentir de los campesinos e indígenas y logró un Acuerdo en la Mesa de Negociaciones de La Habana que tiene ”calientes” a los terratenientes-ganaderos y ya han blandido las armas de las bandas neo-narcoparamilitares, la cuales, de la mano de los militares, han exacerbado las masacres, las desapariciones, las ejecuciones extrajudiciales, el desplazamiento, creando un ”ruido” nefasto contra la Mesa de Conversaciones de La Habana y han ”sonado sables” que han hecho que el presidente JMSantos, interpretando como interpreta sus intereses, esté en éstos momentos ad portas de patear la Mesa Conversaciones suicidándose políticamente por su clase.
A las anteriores mafias tenemos que sumarle naturalmente la mafia mafia, la mafia del narcotráfico, la cual está conformada no sólo por los mafiosos que adelantan los negocios ilegales y criminales como el juego, las apuestas, el Chance y demás, sino que además son exportadores la cocaína y demás drogas ilícitas, ingresando al país miles de millones de dólares que sanean en parte muy alta los problemas económicos derivados de un mal manejo de la economía. Esta mafia está conformada no sólo por bandas de contrabandistas y negociantes de las drogas malditas, criminales de poca y gran monta, sino también por los ”mafiosos de la clase política” que han ingresado en el próspero negocio.
Estas mafias, subproductos del capitalismo, son todas ”enemigas de la Paz” y contra ellas tienen que luchar las FARC y el conjunto del pueblo colombiano. Nuestro pueblo soporta valientemente el exterminio decretado por las bandas mafiosas y se apresta a continuar la lucha por construir un nuevo país, en paz con justicia social, libertad, independencia, democracia y soberanía nacional.
A pesar de los ”ruidos” producidos por esos ”enemigos de la Paz”, las FARC-EP tienen amarrados a la Mesa de Conversaciones de La Habana a los sectores oligárquicos en el poder y un levantamiento del equipo gubernamental de ella demostraría al mundo quién quiere y quién no quiere la Paz en Colombia y quiénes apuestan por seguir el sangriento camino de la guerra. Ello, de por sí, tendría y tiene un enorme costo político para el gobierno JMSantos. Se suicidará JMSantos?
Siempre hemos insistido que a Colombia la manejan unas mafias. Primeramente la mafia de la ”clase política”, la cual ha secuestrado la Paz y adelanta la más cruel y despiadada explotación de los colombianos. La oligarquía -con apoyo directo del imperio- declaró y decretó la guerra al pueblo colombiano a fin de seguir regalando nuestros recursos naturales e implantar el más cruel sistema existente en el mundo, un Terrorismo de Estado basado que busca implantar con todas sus consecuencias el Neoliberalismo.
La mafia de la ”clase política” se cree con derecho de esquilmar los bolsillos del pueblo colombiano y apropiarse de sus recursos financieros asaltando las arcas estatales. No hay día que no se denuncie la más profunda corrupción en todas las esferas de las instituciones burguesas. Para defender sus privilegios la ”clase política” adelanta su guerra -silenciosa- contra la resistencia popular y sus guerrillas -FARC y ELN-, y a toda hora están gritando histéricamente cuando las FARC plantean puntos que los tocan a ellos (y eso que todavía no los han tocado directamente).
La mafia de los militares guerreristas pelechan a la sombra de la guerra, la cual les produce enormes beneficios: jubilación en la mitad del tiempo requerido, prebendas económicas y hasta días de asueto con los ”falsos positivos” o ejecuciones extrajudiciales. Al tiempo, en aplicación de la fascitizante Doctrina de Seguridad Nacional se han convertido en ejército de invasión y agreden a su propio pueblo, en tanto no defienden la soberanía nacional de los depredadores imperiales, y su corrupción es tal que practican la corrupción ”normal” en todas las instituciones estatales son el serrucho, la sobrefacturación, las ”coimas” por los negocios realizados con otros países, como el caso del ministro de defensa Silva quien se embolsilló la bicoca de 800.000 euros por la compra de una fragata a Alemania. Además, como lo prueban los titulares de sus medios de comunicación, cada día se capturan militares y policías inmersos en las cadenas de las bandas de narcotraficantes.
La mafia de los terratenientes-ganaderos quienes han realizado la expoliación -despojo- de los campesinos e indígenas, desplazándolos y apropiándose de sus tierras civilizadas con su trabajo, usando para ello las armas de las fuerzas militares-narcoparamilitares, lo cual ha resultado en que Colombia sea el primer país ”productor” de desplazados en el mundo, más de 5,5 millones de personas, por encima de Sudan y otros países, lo que los ha llevado a mostrar a los ojos del mundo, primero, la más aberrante desigualdad social y, segundo, una monopolización de la tenencia de la tierra al punto que el 2% de los grandes propietarios son ”dueños” del 52% de la tierra.
Contra ese estado de cosas las FARC han recogido el sentir de los campesinos e indígenas y logró un Acuerdo en la Mesa de Negociaciones de La Habana que tiene ”calientes” a los terratenientes-ganaderos y ya han blandido las armas de las bandas neo-narcoparamilitares, la cuales, de la mano de los militares, han exacerbado las masacres, las desapariciones, las ejecuciones extrajudiciales, el desplazamiento, creando un ”ruido” nefasto contra la Mesa de Conversaciones de La Habana y han ”sonado sables” que han hecho que el presidente JMSantos, interpretando como interpreta sus intereses, esté en éstos momentos ad portas de patear la Mesa Conversaciones suicidándose políticamente por su clase.
A las anteriores mafias tenemos que sumarle naturalmente la mafia mafia, la mafia del narcotráfico, la cual está conformada no sólo por los mafiosos que adelantan los negocios ilegales y criminales como el juego, las apuestas, el Chance y demás, sino que además son exportadores la cocaína y demás drogas ilícitas, ingresando al país miles de millones de dólares que sanean en parte muy alta los problemas económicos derivados de un mal manejo de la economía. Esta mafia está conformada no sólo por bandas de contrabandistas y negociantes de las drogas malditas, criminales de poca y gran monta, sino también por los ”mafiosos de la clase política” que han ingresado en el próspero negocio.
Estas mafias, subproductos del capitalismo, son todas ”enemigas de la Paz” y contra ellas tienen que luchar las FARC y el conjunto del pueblo colombiano. Nuestro pueblo soporta valientemente el exterminio decretado por las bandas mafiosas y se apresta a continuar la lucha por construir un nuevo país, en paz con justicia social, libertad, independencia, democracia y soberanía nacional.
A pesar de los ”ruidos” producidos por esos ”enemigos de la Paz”, las FARC-EP tienen amarrados a la Mesa de Conversaciones de La Habana a los sectores oligárquicos en el poder y un levantamiento del equipo gubernamental de ella demostraría al mundo quién quiere y quién no quiere la Paz en Colombia y quiénes apuestan por seguir el sangriento camino de la guerra. Ello, de por sí, tendría y tiene un enorme costo político para el gobierno JMSantos. Se suicidará JMSantos?