“Cuando hago estas pocas
consideraciones, pienso en Diógenes con su linterna buscando al hombre justo
que pueda mediar en la solución política del conflicto colombiano. ¿Quién
podría ser y donde se encontrará?”, se
pregunta el columnista Alberto Pinzón Sánchez en las siguientes líneas.
El
globito de la Mediación, lanzado sobre en el actual proceso de paz la Habana,
afortunadamente ha alcanzado difusión dentro de la llamada sociedad civil
colombiana y por ende demanda una más amplia discusión; pero lo ha hecho, creo
yo, sobre dos premisas que desde el punto de vista de la gestión de conflictos,
resultan técnicamente inexactas : 1- La Medición no puede igualarse o reducirse
a un “Tercero” , ya que bajo esta categoría se agrupan múltiples y diversas
actividades técnicas en la gestión y resolución de conflictos , y 2- La
Mediación necesita “obligatoriamente” de la aceptación de las dos partes
enfrentadas en un proceso de resolución de un conflicto. Precisemos:
Por “Tercero “se entiende (técnicamente)
las varias funciones que personas pueden ejercer como intermediarias en el
proceso de resolución de un conflicto. Hasta el momento se han aceptado
universalmente y por la mayoría de escuelas de gestión de conflictos, 13
funciones de intermediación:
1-EXPLORADOR o tranquilizador, quien convence
a las partes que ninguna está incondicionalmente comprometida con la victoria y
plantea posibles alternativas a un impase.
2-CONVOCADOR o iniciador, quien hace
posible que las partes inicien un proceso de paz.
3-DESACOPLAOR, quien ayuda a
que los “apoyos” externos dados a las partes en conflicto se retiren o alejen del
conflicto en el que se han involucrado.
4- AGLUTINADOR, quien ayuda a reparar
las divisiones presentadas entre las partes y aglutinarlas en torno a
soluciones aceptables para ellas.
5-HABILITADOR, también llamado en la
literatura anglosajona el “empoderador” y quien desarrolla competencias o
habilidades para que las partes lleguen a soluciones aceptables y sostenibles.
6. VISUALISADOR, quien investiga y visualiza nueva información y nuevas
opciones para que las partes tomen decisiones mutuamente favorables.
7-GARANTE,
quien como su nombre lo dice “garantiza” o sirve de fiador de cualquier acuerdo
alcanzado.
8- FACILITADOR, quien desarrolla diversas tareas técnicas del
proceso como presidir reuniones, interpretar posiciones, y en general
contribuir a su buena marcha.
9- LEGITIMADOR, quien con su prestigio ayuda a
las partes a aceptar el proceso, su resultado y a legitimarlo.
10-
POTENCIALIZADOR, quien proporciona y desarrolla recursos adicionales para
ayudar a las partes a encontrar una solución positiva.
11- VERIFICADOR, quien
monitorea el cumplimiento pleno del acuerdo por las partes.
12-IMPLEMENTADOR,
quien vigila y hace cumplir plenamente los acuerdos alcanzados.
13-RECONCILIADOR, quien se encarga de las acciones de largo plazo para
modificar y superar los estereotipos negativos ampliamente difundidos y que
quedan, construyendo nuevas relaciones que trasciendan la inercia del
conflicto.
Por Mediación se entiende (también
técnicamente) un proceso de corto plazo, que una Persona Ideal y Externa (PIE)
con la ayuda de las partes realiza para tratar de abstraer los problemas en
disputa, encontrar opciones, considerar alternativas y llegar a un acuerdo
positivo ajustado a sus intereses. La Mediación interviene sobre la conducta de
las personas sentadas en la mesa de diálogos, ayudándoles a abordar de una
manera más realista y objetiva el tratamiento estructural del conflicto, pero
no tiene implicaciones sobre la “estructura misma del conflicto”, pues esto último
depende de las modificaciones económicas, políticas, legales y sociales que se
acuerden mutuamente, se realicen, y sobre todo perduren.
Esta persona ideal externa, o Mediador,
introducido desde fuera en un proceso de resolución de un conflicto, debe tener
una serie de pre-requisitos, o cualidades propias ya muy bien establecidas técnicamente
en la teoría de la gestión y resolución de conflictos. He aquí algunas de
ellas:
Debe contar con la confianza total de las
partes. Ser imparcial es decir no representar o estar vinculado con ninguna de
ellas. Debe ser lo suficientemente flexible. Objetivo. Creador. Paciente. Saber
escuchar. Ser confidencial. Ser un diplomático. Visualizar los intereses
ocultos de las partes que subyacen bajo las “posiciones, para sacarlos a flote.
Conceder oportunidades a las dos partes por igual. Y sobre todo, debe ser un
gran comunicador social.
Cuando hago estas pocas consideraciones, pienso
en Diógenes con su linterna buscando al hombre justo que pueda mediar en la
solución política del conflicto colombiano. ¿Quién podría ser y donde se
encontrará?