miércoles, 6 de febrero de 2013

El mediador no es un tercero. Por Alberto Pinzón Sánchez


“Cuando hago estas pocas consideraciones, pienso en Diógenes con su linterna buscando al hombre justo que pueda mediar en la solución política del conflicto colombiano. ¿Quién podría ser y donde se encontrará?”, se pregunta el columnista Alberto Pinzón Sánchez en las siguientes líneas.





El globito de la Mediación, lanzado sobre en el actual proceso de paz la Habana, afortunadamente ha alcanzado difusión dentro de la llamada sociedad civil colombiana y por ende demanda una más amplia discusión; pero lo ha hecho, creo yo, sobre dos premisas que desde el punto de vista de la gestión de conflictos, resultan técnicamente inexactas : 1- La Medición no puede igualarse o reducirse a un “Tercero” , ya que bajo esta categoría se agrupan múltiples y diversas actividades técnicas en la gestión y resolución de conflictos , y 2- La Mediación necesita “obligatoriamente” de la aceptación de las dos partes enfrentadas en un proceso de resolución de un conflicto. Precisemos:  

Por “Tercero “se entiende (técnicamente) las varias funciones que personas pueden ejercer como intermediarias en el proceso de resolución de un conflicto. Hasta el momento se han aceptado universalmente y por la mayoría de escuelas de gestión de conflictos, 13 funciones de intermediación:

 1-EXPLORADOR o tranquilizador, quien convence a las partes que ninguna está incondicionalmente comprometida con la victoria y plantea posibles alternativas a un impase.

2-CONVOCADOR o iniciador, quien hace posible que las partes inicien un proceso de paz.

3-DESACOPLAOR, quien ayuda a que los “apoyos” externos dados a las partes en conflicto se retiren o alejen del conflicto en el que se han involucrado.

4- AGLUTINADOR, quien ayuda a reparar las divisiones presentadas entre las partes y aglutinarlas en torno a soluciones aceptables para ellas.

5-HABILITADOR, también llamado en la literatura anglosajona el “empoderador” y quien desarrolla competencias o habilidades para que las partes lleguen a soluciones aceptables y sostenibles.

6. VISUALISADOR, quien investiga y visualiza nueva información y nuevas opciones para que las partes tomen decisiones mutuamente favorables.

7-GARANTE, quien como su nombre lo dice “garantiza” o sirve de fiador de cualquier acuerdo alcanzado.

8- FACILITADOR, quien desarrolla diversas tareas técnicas del proceso como presidir reuniones, interpretar posiciones, y en general contribuir a su buena marcha.

9- LEGITIMADOR, quien con su prestigio ayuda a las partes a aceptar el proceso, su resultado y a legitimarlo.

10- POTENCIALIZADOR, quien proporciona y desarrolla recursos adicionales para ayudar a las partes a encontrar una solución positiva.

11- VERIFICADOR, quien monitorea el cumplimiento pleno del acuerdo por las partes.

12-IMPLEMENTADOR, quien vigila y hace cumplir plenamente los acuerdos alcanzados.

13-RECONCILIADOR, quien se encarga de las acciones de largo plazo para modificar y superar los estereotipos negativos ampliamente difundidos y que quedan, construyendo nuevas relaciones que trasciendan la inercia del conflicto.

Por Mediación se entiende (también técnicamente) un proceso de corto plazo, que una Persona Ideal y Externa (PIE) con la ayuda de las partes realiza para tratar de abstraer los problemas en disputa, encontrar opciones, considerar alternativas y llegar a un acuerdo positivo ajustado a sus intereses. La Mediación interviene sobre la conducta de las personas sentadas en la mesa de diálogos, ayudándoles a abordar de una manera más realista y objetiva el tratamiento estructural del conflicto, pero no tiene implicaciones sobre la “estructura misma del conflicto”, pues esto último depende de las modificaciones económicas, políticas, legales y sociales que se acuerden mutuamente, se realicen, y sobre todo perduren.

Esta persona ideal externa, o Mediador, introducido desde fuera en un proceso de resolución de un conflicto, debe tener una serie de pre-requisitos, o cualidades propias ya muy bien establecidas técnicamente en la teoría de la gestión y resolución de conflictos. He aquí algunas de ellas:

Debe contar con la confianza total de las partes. Ser imparcial es decir no representar o estar vinculado con ninguna de ellas. Debe ser lo suficientemente flexible. Objetivo. Creador. Paciente. Saber escuchar. Ser confidencial. Ser un diplomático. Visualizar los intereses ocultos de las partes que subyacen bajo las “posiciones, para sacarlos a flote. Conceder oportunidades a las dos partes por igual. Y sobre todo, debe ser un gran comunicador social.

Cuando hago estas pocas consideraciones, pienso en Diógenes con su linterna buscando al hombre justo que pueda mediar en la solución política del conflicto colombiano. ¿Quién podría ser y donde se encontrará?