Gustavo Petro alcalde de Bogotá |
Horacio Duque.
En toda Colombia hay
intensos preparativos orientados a la realización de amplias movilizaciones
populares el próximo 9 de abril para apoyar la paz con justicia social.
El sujeto político de la
paz se organiza y consolida como una poderosa fuerza que expresa la voluntad de
la nación y el Estado en tanto que estructura política fundamental de la
configuración democrática.
Organizaciones agrarias
como Fensuagro, sindicatos, maestros, intelectuales, mujeres, indigenas,
afrodescendientes y ciudadanos del común despliegan múltiples tareas para
proyectar la presencia de la multitud en la esfera pública expresando su
respaldo a las conversaciones y diálogos de La Habana.
Aspecto de la mayor
trascendencia es la vinculación de alcaldes, gobernadores, concejales,
diputados y ediles a esta formidable marcha patriótica que apalanca las
soluciones a la cruenta guerra civil que padece la sociedad.
El Alcalde de Bogota,
Gustavo Petro, comprometido con un plan de cambios progresistas en la ciudad y
objeto de los más descabellados ataques por parte de la extrema derecha que no
le perdona sus reformas ambientales, sociales y urbanísticas, ha expresado su
apoyo a las movilizaciones planeadas y está sumando las fuerzas institucionales
y populares de la Capital de la República ha este propósito democratizador, en
el entendido de que la paz es un bien público por excelencia.
Esta decisión del
burgomaestre distrital permite aislar el uribismo recalcitrante y
extremoderechista que manipula y miente para desacreditar la Mesa de La Habana,
mediante la polarización política.
Petro se la juega por la
paz, gesto que merece el saludo entusiasta de todos. La paz se construye en la
suma de los particularismos de la sociedad civil y no con el sectarismo y la
hostilidad de quienes arrastran viejos resentimientos.