Desaparecidos en Argentina |
Por
Nechi Dorado
Hoy
mi tierra revive el luto que se iniciara una noche de esas en las que el
espanto se convirtiera en amo y señor de la vida y de la muerte.
Cuando
Argentina, otra vez, llorara lágrimas de sangre y desgarres de dolor que no pueden
ni deben olvidarse.
Estas
fechas, absurdamente también proclives a despertar discrepancias tendientes a
causar más divisiones beneficiosas para los enemigos de los pueblos, nos
encuentra a todos y a todas repitiendo una consigna histórica: Nunca Más.
Así comenzó la represión |
Hoy
nos toca recordar, 37 años después de la masacre que no se pudo detener
justamente por la mirada complaciente de muchos sectores del campo popular dirigida
hacia otros lugares y que supo, como tantas veces, golpear las puertas de los
cuarteles llamando al “orden” en momentos de desmadre provocado desde el Estado.
Fue
entonces cuando se confundió todo. El Terrorismo de Estado pergeñado como golpe
brutal contra la rebeldía que se atrevía a reclamar paz con justicia social
para todo el pueblo, se frotaba las manos, mientras algunos sectores hablaban
de los “generales democráticos” que habrían de ser la panacea que nos “salvaría
del terrorismo popular”.
"Generales democráticos" y Madres pidiendo por sus hijos desaparecidos |
Y
esa “panacea” se hizo presente a sangre y fuego gracias a la mirada superficial
y cómplice de quienes carecían de la capacidad de visibilizar lo que vendría,
que de tan a la vista que estaba, resultaba obsceno.
Se
hizo presente a fuerza de desaparición, de robo de bebés, de aborto de futuro
donde cupiéramos todos y todas.
Este
24 de Marzo donde se reedita la corta pero consistente frase que exige NUNCA
MAS, no sea solo una idea formal dicha
en un momento, ni para quedar bien con nadie.
Nunca supimos si los bebés y niños desaparecidos "también eran terroristas" |
¡Que
nazca y se revuelva en las tripas!
Todos
juntos y juntas vomitando un NUNCA MAS sincero sobre los rostros criminales.
¡JUICIO
y CASTIGO A LOS CULPABLES! Porque los hay.
¡CARCEL
COMUN PARA LOS GENOCIDAS! Que no están todos ahí.
¡Que
no se permita la negativa a declarar de los cómplices de aquel espanto, estén
en el lugar en el que estén hoy ubicados!
¡Porque
no debemos ni podemos olvidar ni perdonar cuando fue tanto el dolor!
Porque
cuando me hablan de “reconciliación y perdón” me pregunto ¿con quién y a
quiénes?
Fose común donde se enterró la esperanza |
Mientras
quienes atrapados en miradas perdidas en
horizontes inexistentes proponen subjetivamente echar mantos de olvido que de
ninguna manera podrán tapar las huellas de la sangre en las veredas de mi
tierra, otros seguimos recordando la historia tal como fue, sin ambages, sin
odio pero con memoria.
Hoy
mismo no falta la elucubración nefasta de quien desde cárcel vip propone que “vuelvan
a armarse y resistir” los asesinos del pueblo.
En
medio de fragmentaciones, rupturas, egocentrismos, miradas desde el ombligo, el
fascismo dará su próximo golpe si no aprendemos a activar las antenitas del
recuerdo. Y esto es algo que no admite dilación ni duda, es lo que debemos
considerar impostergable:
Por
los 30 mil de ayer
Por
los que pudieran venir…
Por
los niños sin padres
Por
los padres sin niños
Por
las abuelas, familiares y amigos de los cuadros masacrados.
Por
los sobrevivientes marcados a fuego.
Por
los que NO ACEPTAMOS MUERTOS, ni aunque muertos…
Por
el silencio inexplicable de los que deberían haber hablado y no lo hicieron y
que ahora y de repente se pretenden “buenos”.
JUNTOS,
AUNQUE SEA POR HOY… y no es una posición utópica sino una arenga para evitar
más lágrimas evitables.
¡GENOCIDA! Gral. Videla |
¡NI
OLVIDO NI PERDON
COMPAÑEROS
Y COMPAÑERAS DESAPARECIDOS
PRESENTES!
¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!