Concejo de Bogotá: Manejando los destinos del país |
Por Horacio Duque.
El impuesto de Valorización es una contribución de los ciudadanos para
financiar proyectos de infraestructura que se consideran prioritarios en el
desarrollo urbano. Vías, avenidas, calles, parques y plazas de mercado, son
obras apalancadas por dicha contribución, que existe en Colombia desde 1925.
El Acuerdo 180 del año 2005 reglamento el impuesto de Valorización en
Bogotá para respaldar varias obras centrales de la Capital.
Sin embargo, dicha norma es inequitativa porque establece una
contribución absurda sobre 400 personas de los sectores más pobres de la
ciudad, ubicadas en los estratos 1, 2 y 3.
En vista de tal situación, el Alcalde Gustavo Petro, formuló una
iniciativa al Concejo Distrital para excluir del tributo a esos ciudadanos
pobres e, igualmente, para reorientar las inversiones en obras prioritarias,
esenciales para garantizar el derecho a la movilidad de millones de usuarios,
como las obras de la Avenida Caracas.
Sin embargo, la mayoría de cabildantes optó por descartar la propuesta y
mantener el antiguo esquema lleno de aberrantes injusticias.
La decisión del cuerpo legislador es un acto de revancha de los núcleos
politiqueros que han predominado en tal institución y se niegan a perder sus
privilegios clientelares y burocráticos, acudiendo al sabotaje crónico del Plan
de gobierno, “Bogota humana, Ya..
Una gran cantidad de concejales, con honrosas excepciones de lideres que
están en minoría, han sido acusados por la Fiscalía de estar involucrados en
descomunales cadenas de despojo de las finanzas distritales. Dichos
funcionarios convirtieron la entidad en una nauseabunda cloaca política que
apesta y entraba el progreso de Bogotá.
Hipolito Moreno. A. Sanguino, J.J. Rodriguez, O. Parada, A. Camacho y
otros, son los nombres de prominentes gamonales que, en los últimos años, han
acumulado millonarias fortunas con licitaciones gigantescas y fraudulentas,
como las de la salud, Transmilenio y la malla vial.
Hace bien el burgomaestre de Bogotá en denunciar estas irregularidades y
manipulaciones orquestadas desde los macroempresas politiqueras que prevalecen
en el Concejo Distrital, que deberían ser revocadas por la mayoría honesta.