soldados colombianos "posando" para la historia... |
Todo
idéntico a lo de hace tres lustros
Total
convivencia de militares y paramilitares en San José de Apartadó
Comunidad
de Paz de San José de Apartadó / Martes 12 de marzo de 2013
El
país y la comunidad internacional han ido conociendo a través de muchas
confesiones e informes lo que fue la estrategia del General Rito Alejo Del Río
en la Brigada XVII a mediados y finales de los años 90, con el respaldo
irrestricto del entonces gobernador de Antioquia Álvaro Uribe Vélez: promoción
de bases paramilitares, operaciones gigantescas de genocidio y desplazamientos
masivos, concertación con las grandes empresas multinacionales que financiaban
el paramilitarismo, exterminio de grupos, comunidades y organizaciones no
sumisas a su estrategia. Algunos líderes del paramilitarismo de la región han
confesado que encontraron apoyo total para continuar con esa estrategia en
todos los comandantes que se sucedieron en la Brigada XVII.
A
raíz de las graves amenazas e incursiones paramilitares en asentamientos de
nuestra Comunidad de Paz en las últimas semanas, conformamos una comisión
humantaria que se desplazó, con acompañamiento internacional, a la vereda La
Esperanza y zonas aledañas, donde varias familias permanecían confinadas por
los paramilitares y sometidas al ultimátum de siempre: si no trabajan con
ellos, deben abandonar la zona o morir.
Socios paramilitares en acción, contra el pueblo |
El
25 y 26 de febrero la Comisión Humanitaria estuvo en La Esperanza. Los
militares se enteraron de nuestra presencia con anticipación y adoptaron la
estrategia de ordenar a los paramilitares esconderse y alejarse del camino que
recorríamos para no ser vistos. Los militares hicieron presencia en la vereda
La Esperanza el día 26, y lo hicieron de una manera irrespetuosa, ingresando
sin permiso a una propiedad privada. Se identificaron como integrantes de la
Brigada Móvil No. 24.
Los
pobladores de la zona nos manifestaron que los paramilitares se movilizan con
brazaletes marcados con la sigla “AGC” (Autodefensas Gaitanistas de Colombia),
el nuevo nombre que han adoptado. Es claro que han ido comprando fincas en la
vereda de Playa Larga y aledañas, como la finca La Marina donde funciona una
gran base paramilitar y es clara también su incidencia en el proyecto de
carretera entre Nuevo Antioquia y La Esperanza, para el cual han aportado mucha
maquinaria.
Para
los campesinos está también clara la estrategia paramilitar, manifestada en
discursos y conversaciones, de avanzar en el control territorial de todo el
corregimiento de San José de Apartadó. En esto coinciden con aquellos que han
estado ocupando las veredas Arenas Bajas (sector de La Máquina) y Miramar en
los últimos meses.
Lo
más preocupante y lo que constituye la clave fundamental de su presencia y
accionar en la zona, es la complicidad de la fuerza pública. Los mismos
paramilitares se lo confiesan a los campesinos con intención de disuadirlos de
toda resistencia a su dominación: el respaldo de la fuerza pública es total y
por ello oponerse a la estrategia es “enterrarse el cuchillo”: o les toca
desplazarse o morir. Le explican a los campesinos que la fuerza pública está
realizando operaciones de fachada al repartir volantes en los que se afirma
estar persiguiendo a alias “Teilo”, a alias “Otoniel”, a alias “Fabio”, a alias
“Beto”, entre otros; que la misma población civil puede comprobar la presencia
paramilitar en la zona en grupos enormes y muy cerca de donde patrullan los
militares. Por esto los paramilitares se muestran seguros ante los campesinos y
afirman que no saldrán de la zona. Su seguridad se apoya, además, en la
estrategia global a la cual dicen servir: adueñarse de la zona para ponerla al
servicio de empresas mineras nacionales e internacionales, como lo han hecho en
otras regiones del país.
Entre
las estrategias de desplazamiento siempre se ha contado la fumigación de los
cultivos de pancoger con el fin de destruir las fuentes precarias de
alimentación del campesino y envenenar sus aguas para obligarlo a abandonar la
zona. Esta estrategia la han estado aplicando en las veredas Mulatos, La
Resbalosa y las Nieves. Nuestra Comunidad tomó registros fotográficos los días
21 y 26 de febrero de este año, en los cuales se comprueba la gravedad de los
daños causados por las fumigaciones indiscriminadas de la Policía
Antinarcóticos. En la vereda La Resbalosa fumigaron la fuente de agua de la
cual se sirve nuestra Comunidad de Paz.
Tampoco
han cesado otras prácticas violatorias de los derechos humanos por parte de la
fuerza pública, tales como allanamientos ilegales, amenazas y anuncios de
masacres y exterminio. El miércoles 6 de marzo de 2013, hacia las 4:00 horas de
la madrugada, miembros de la policía y del ejército llegaron a la vereda La
Linda y allanaron de manera brutal la vivienda de Alfredis Rivas Borja,
supuestamente porque tenían informaciones de que el guardaba en su vivienda
armamento. Rivas ya había sido víctima de un montaje judicial, de privación
injusta de su libertad y cuya familia fue casi exterminada al ser asesinados su
padre y sus hermanos por miembros del Ejército y de los grupos paramilitares,
informaciones que reposan en la Presidencia de la República, en las
instituciones judiciales locales y regionales, en todas las altas Cortes y en
organismos internacionales. Ese mismo día, hacia las 12:30 horas, la presencia
del Ejército en los espacios de vivienda y educación de la población civil,
provocó un combate que puso en alto riesgo a los civiles y a los niños quienes
se encontraban en la escuela de La Cristalina. Una bomba lanzada por los
militares cayó a unos 100
metros de la vivienda de un miembro del Consejo Interno
en la cristalina, donde se encontraba él y su familia al momento al interior de
la vivienda. A pesar de estos graves riesgos para la población civil, los
militares acamparon en la escuela de La Cristalina por más de dos días.
El
jueves 7 de marzo de 2013, hacia las 10:00 horas, un integrante de la Comunidad
de Paz recibió una llamada telefónica en la cual se preguntaba por la ubicación
de Germán Graciano y de Reinaldo Areiza. Germán es actualmente el representante
legal de la Comunidad y en los últimos meses ha sido sometido a persistentes
amenazas de muerte. El desconocido que hizo la llamada advertía que ya tienen
un plan para asesinarlo en la misma zona en el momento en que dé ocasión.
Todo
muestra que nada ha cambiado en los tres últimos lustros. Estamos sometidos a
estrategias diabólicas del Estado que se aplican de manera obstinada y
contumaz, defendiéndose con estrategias de fachada frente las protestas de la
comunidad nacional e internacional.
Agradecemos
a las personas y comunidades que desde muchos rincones del planeta nos
sostienen con su respaldo moral en nuestra resistencia inquebrantable.