DERECHOS HUMANOS
« Investigar para denunciar »
Entrevista realizada por Anina Valle Thiele
Hernando Calvo Ospina |
Declarado
como « peligro para la seguridad nacional » por los Estados Unidos, el escritor
y periodista colombiano Hernando Ospina Calvo sigue su meta como periodista
crítico: denunciar la violación de los derechos humanos. Estará presente en el
Festival de Migraciones en Luxemburgo.
woxx: Antes de emigrar a Francia, usted fue torturado en Ecuador y sufrió
el terrorismo del estado. El gobierno creyó que usted era miembro de una
organización guerrillera. En Ecuador había sido estudiante de periodismo.
Luego, en Europa usted fue reconocido como periodista crítico. ¿Diría usted que
sus experiencias fueron importantes para estar ahí, donde está hoy?
Hernando
Calvo Ospina : Yo no vine voluntariamente a Europa. No hubo alternativa. Después de haber
sido detenido, torturado y haber pagado injustamente tres meses de cárcel, fui
expulsado a Perú. Y en ese país que estaba el gobierno de Alán García, que
pertenecía a la Internacional Socialista, se me declaró « persona non grata ».
Y Francia fue el único país que aceptó recibirme, en marzo de 1986. Las
autoridades de Colombia, Ecuador y Perú aseguraron que yo pertenecía a una
organización guerrillera, pero ni con tortura lograron probarlo. Ni lo fui ni
lo soy. Lo cierto es que así lo hubiera sido, no tenían por qué haberme
torturado. Hoy sigo denunciando las injusticias y el terrorismo de Estado
adelantado en muchos países, principalmente en Colombia y Estados Unidos. Uno
hacia sus ciudadanos, y el otro en muchas partes del mundo. Sigo haciendo lo
que creo que es correcto: investigar para denunciar. Creo que por eso el
gobierno de Estados Unidos me declaró un « peligro para su seguridad nacional
», y me puso en su lista de terroristas. Eso fue ridículo. Claro, eso me ha
causado problemas, en algunos aeropuertos me miran raro, y ya no puedo ir en
los vuelos que pasan por el espacio de Estados Unidos. Pero aunque a veces
incomoda, para mí es un gran orgullo que por mi trabajo de periodista Estados
Unidos me haya declarado « terrorista ».
Después de vivir veinte años en Francia como refugiado político, usted
solicitó la nacionalidad. Sin embargo el Ministerio del Interior rechazó su
solicitud?
Sí,
se me rechazó la nacionalidad bajo el pretexto de ser simpatizante de la «
ideología castrista », y por ser « cercano » a la embajada de Cuba. ¡Algo
absurdo! Y también por haber encontrado a dirigentes de la guerrilla
colombiana. Lo particular de esto último, es que el mismo Ministerio dice que
ha sido por mi trabajo de periodista. Ni una cosa ni otra es un secreto, pues
todo está plasmado en mis artículos, publicados en grandes medios
internacionales. Yo creo que hubo presión de « otros lados », para que no me
dieran la nacionalidad. Lamentablemente, me correspondió entablar una demanda
contra el Ministerio del Interior francés por esto, y creo que en pocos meses
vamos a juicio. Y estoy casi seguro que lo ganaré, porque nunca he realizado
algo que esté en contra de las leyes de Francia. Y porque no es un delito
defender a la revolución cubana, y nunca me podrán probar que soy de las FARC.
Ni lo he sido ni lo soy. Otra cosa es que yo entienda su lucha. Pero nunca he
realizado apología a la lucha guerrillera ni he llamado a la toma de las armas.
En Francia, repito, nunca he tenido el mínimo problema judicial. Estados Unidos
y el gobierno del señor Sarkozy han hecho de mí un héroe y una víctima. Me han
dado una publicidad que difícilmente hubiera logrado con mi trabajo de
periodista y escritor. Quisiera encontrar a la ex secretaria de Estado, la
señora Clinton, para darle un beso como agradecimiento por haberme puesto en su
lista de « terroristas », por la popularidad internacional que me ofreció en
plato de oro.
¿Piensa usted que a los gobiernos de izquierda en América Latina les ha
resultado desarrollar un modelo económico adecuado?
El
mundo ha cambiado demasiado, y muy rápido. Es un mundo globalizado, en
particular a nivel económico. Lo que está sucediendo en algunos países de
América Latina no es el socialismo del que habló Lenin, ni el que se implantó
en los ex países socialistas de Europa, ni el Chino, y ni tan siquiera el de
Cuba. Lo que se busca en Venezuela, Ecuador, Bolivia y otras naciones latinas,
es que se respete su soberanía, sus decisiones políticas y económicas. Que
Washington deje de decidir por nosotros y no se lleve nuestros inmensos
recursos económicos. Y, sobretodo, América Latina necesita de reformas
agrarias, de salud, educación y trabajo para las inmensas mayorías. Eso es lo
que busca el « Socialismo del Siglo XXI ». Y que en realidad sean esas mayorías
quienes decidan su futuro, no la minoría de hoy.
Hace una semana falleció el presidente Venezolano, Hugo Chávez. ¿Qué piensa
de su estilo político? ¿Cuáles de sus logros sociales perdurarán? ¿Y no piensa
que su culto a la persona y su machismo tuvieron una tendencia regresiva?
A un
gran líder se respeta, y más cuando este dirigente se ha ganado el cariño de
las mayorías porque les dio casa, educación, y la posibilidad de alimentarse.
Chávez, como Castro, reivindicaron el papel político de la mujer como muy pocos
líderes en el mundo. Allá las mujeres tienen más igualdad que las francesas,
por ejemplo, en lo político y en lo económico. Pero eso no se admite en Europa.
Lo triste es que muchos intelectuales europeos de izquierda repitan la visión
caricatural que ha tratado de crear la gran prensa de derecha. Creo que el ex
presidente Sarkozy, por ejemplo, si adoraba ser adorado. Y con respeto al
machismo: conozco a las sociedades europeas y creo que el machismo aquí existe,
con otras caras pero es muy fuerte. Lo que pasa es que como en Europa y Estados
Unidos existe un estancamiento intelectual progresista, la respuesta es
intentar pisotear a quienes desde América Latina proponen otro mundo. Creo
también que los intentos de ridiculizar a los gobernantes como Chávez, Fidel o
Evo viene de una mentalidad colonialista, pero también es el temor de que las
mayorías en Europa y Estados Unidos se den cuenta que otro mundo es posible de
crear. Que soñar un cambio en la sociedad es posible.
¿De qué se trata el libro que va a presentar en el « Festival de
migraciones »? ¿Cuál es su mensaje central?
Son
dos capítulos. El primero trata de mi detención, desaparición y tortura en
Quito, en septiembre de 1985. Y el segundo es el relato de los tres meses que
pasé en la cárcel. En este trabajo se encuentra de todo. Narro duros momentos,
pero también hay risas, sexo, robos y hasta un plan de una fuga. Lo hice
pensando en el hoy, por ello hay muchas cosas para aprender en lo humano y lo
político. Creo que en ese trabajo reivindico el cariño, la lealtad y la
solidaridad entre compañeros y compañeras, y a los ideales, cosas fundamentales
en el camino hacia una nueva sociedad. Ahí, entre historia e historia, plasmo
la importancia de luchar y no dejar que otros hagan la historia por ti.