El adios a un hombre que hizo historia |
¿Un homenaje superior a esta formidable avalancha mundial?
Tal avalancha de admiración y cariño en tierra
venezolana y a escala mundial no tiene precedente en la historia conocida.
La “aldea mundial” de que nos habla el
discurso neoliberal ha sido conmovida por la muerte física de Chávez. Desde
Venezuela como epicentro, se expandieron de las ondas que ahora
estremecen la conciencia colectiva de la sociedad humana.
Hay razones que explican este extraordinario
fenómeno, además del extraordinario avance de las comunicaciones, bajo y fuera
del control imperial.
Chávez encabezó la rebeldía más contundente contra
el capitalismo neoliberal, el proceso transformador que inicio la ola de
cambios continentales a finales del siglo XX y principio del XXI, y así se
convirtió en figura emblemática del cambio más radical registrado después de
contrarrevolución conservadora desplegada a partir del derrumbe de la URSS y de
los regímenes similares del Este europeo.
Esto no es cualquier cosa.
Pueblos e incluso sectores medios y medianamente
altos de la sociedad mundial agobiadas por la crisis sistémica del capitalismo
y las inmundicias de su era neoliberal, se han volcado a aplaudir esa rebeldía
radical estigmatizada por las elites imperialista y sus subordinados.
Magnífica señal sobre lo que late en las entrañas
de los/as pobladores de este mundo capitalista plagado de injusticias, abusos,
crueldades y desigualdades provocadas desde arriba sin rubor.
Reconocimiento a una original subversión contra
los reyes del “azufre”.
Homenaje a una gran irreverencia frente al gran
capital, apuntando –no sin fuertes tropiezos, grandes limitaciones e
indefiniciones, e incluso inconsecuencias- hacia una lenta y contradictoria
recreación y actualización del proyecto socialista, a tono con las experiencias
vividas y las imperiosas exigencias de esta multi-crisis cuasi terminal de la
civilización burguesa.
- Rostros conturbados ante una señal muy clara…
Habrá que ver como deben sentirse los Bush, Aznar,
Uribe, Santos, Capriles, Fox, Alan García...
Incluso Obama e Hilary Clinton.
También los derechistas hipócritas que
descaradamente se suben a la espuma de la ola sin compartir sus aguas
turbulentamente libertarias.
Ni hablar como habrán de tener sus cabezas los
ejecutivos de FEDECAMARAS y tantas otras PATRONALES del mundo.
La señal es muy clara incluso para las izquierdas
blandengues y el progresismo conciliador. Más aun para los renegados,
oportunistas y traidores, empeñados en poses teatrales. Oportunistas
curtidos en simulaciones y expertos en desdoblarse, al extremo de ejercer
desde sus gobiernos, Estados y partidos, políticas de derecha e incluso
neoliberales al tiempo de producir ocasionales desplazamientos hacia la
izquierda para nutrirse del prestigio de las admirables rebeldías que tienen
lugar fuera las fronteras.
- Valen los homenajes y procede una alerta.
Todos los homenajes son pocos en el contexto de
esta maravillosa revolución de los sentimientos provocada por la admiración que
ha provocado la intrepidez antiimperialista del comandante Chávez en el
escenario nacional e internacional.
Cuidémonos sí de aquellos/as que
puedan sentirse tentados a cosificar ese fenómeno, a convertirlo en culto
banal permanente, reducido a una veneración distante de la continuidad de su
obra y de su ejemplo. En la historia de los desenlace de nuestra primer
independencia abundan esas manipulaciones.
Cuidémonos, porque una cosa es la explosión
espontánea del mito revolucionario reciente y las grandes e intensas
emociones que desata, y otra el culto insustancial al pasado heroico, desconectado de los legados y actitudes de sus
protagonistas estelares y de los nuevos desafíos que obligan a continuar y
radicalizar el proceso emprendido por ellos.
- EL mayor de los homenajes.
Por eso es clave insistir en que el mayor
homenaje a Chávez, luego de estos días de derroche de afectos y
reconocimientos merecidos...sería ponerle mucha atención a sus últimos
reflexiones y pautas respecto al presente y al porvenir del proceso bolivariano
pro-socialista que él encabezaba, agregándole la mayor dosis posible de
crítica y autocrítica revolucionaria, y de creatividad sin límites. No hubo
desperdicios en sus valoraciones y recomendaciones para seguir adelante con el
segundo Plan Socialista correspondiente a este periodo constitucional. Así hubo
de expresarse hablando desde las ciencias sociales con el corazón:
“No nos llamemos a
engaño: la formación socioeconómica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista
y rentista. Ciertamente, el socialismo apenas ha comenzado a implantar su
propio dinamismo interno entre nosotros. Éste es un programa precisamente para
afianzarlo y profundizarlo; direccionado hacia una radical supresión de la
lógica del capital que debe irse cumpliendo paso a paso, pero sin aminorar
el ritmo de avance hacia el socialismo.
…..
“Este es un programa que
busca traspasar “la barrera del no retorno”.
Para explicarlo con
Antonio Gramsci, lo viejo debe terminar de morir definitivamente, para que el
nacimiento de lo nuevo se manifieste en toda su plenitud.
La coherencia de este
Programa de Gobierno responde a una línea de fuerza del todo decisiva: nosotros estamos
obligados a traspasar la barrera del no retorno, a hacer irreversible el
tránsito hacia el socialismo…”
…..
“Para avanzar hacia el socialismo, necesitamos de
un poder popular capaz de desarticular las tramas de opresión, explotación y
dominación que subsisten en la sociedad venezolana, capaz de configurar
una nueva socialidad desde la vida cotidiana donde la fraternidad y la
solidaridad corran parejas con la emergencia permanente de nuevos modos de
planificar y producir la vida Mater.ial de nuestro pueblo. Esto pasa por
pulverizar completamente la forma de Estado burguesa que heredamos, la que aún
se reproduce a través de sus viejas y nefastas prácticas, y darle continuidad a
la invención de nuevas formas de gestión política.”
Ahí, en esas ideas, esta la clave, la piedra de
toque de la lealtad a sus inconmensurables aportes y a sus anhelos inconclusos.
Asumir ese plan, que implica transferir a plenitud el poder de la
buro-partidocracia a la sociedad y socializar la gran propiedad, la
economía y la gestión política, con lo que se reduciría al mínimo la fuerza
electoral y social de las derechas…tiene un valor mil veces superior a
cualquier homenaje retórico despojado de compromisos y hechos que sigan forjado
revolución, profundizándola, aboliendo capitalismo, sembrando socialismo...
Ese necesario e impostergable “golpe de
timón” –fundamental para darle vitalidad al proceso y contrarrestar el
seguro arreciamiento de los planes agresivos y desestabilizadores de la derecha
capitalista endógena y de EEUU- habrá de tener que enfrentar no pocas
resistencias burocráticas y de contar a su favor con el pueblo chavista
radicalizado y las fuerzas más consecuentes del socialismo bolivariano,
decididas a perecer antes que tolerar el retroceso abierto o encubierto. Así lo
previó el Comandante y ahora con más razón para tenerlo en cuenta a la luz de
su ausencia física.
9-03-2013, Santo Domingo, RD