"Año nuevo sin corruptos y sin paquetazo"
Por Narciso Isa Conde
La continuidad de una “Navidad
contra la corrupción” debería ser un “AÑO NUEVO
SIN CORRUPTOS y SIN PAQUETAZO”. Me refiero al 2013, en el que la lucha
contra la impunidad y contra los efectos empobrecedores del paquete tributario,
deberá remontar si no nos resignamos a encajar y soportar pasivamente los
golpes recibidos.
El presidente Medina
Sánchez optó por proteger el cártel del al corrupción de Leonel y a toda la
partidocracia corrompida. Y lo hizo desde su olvidada condición de connotado
personaje del viraje del PLD (1996-2000) hacia su conversión en un “partido de
Estado” nutrido por los fondos del gobierno, el tráfico de influencia, los
privilegios, la malversación del patrimonio público, la apropiación del
patrimonio natural y otros modalidades de la plácida y
ostentosa existencia humana, una vez
consumada la renuncia a los valores que le dieron origen.
Ese viraje fue cónsono
con las prácticas clientelistas que determinaron la incursión del PLD en el
campo de la comercialización-privatización de la política, fenómeno muy
arraigado y potenciado en la llamada era neoliberal del capitalismo.
Danilo Medina fue
impulsor y es un producto político de esas realidades estimuladas desde el desbordado
pragmatismo que se apoderó de la cúpula del PLD en la medida el profesor Bosch
declinaba y las conexiones con el balaguerismo crecían con la anuencia de
Joaquín Balaguer y la intermediación del llamado “Tío Guaroa”, mote empleado
por la dirección morada para denominar a Guaroa Liranzo, destacado capo
político y figura señera en la conformación de los cárteles de la construcción
durante los 20 años de gobierno del PRSC.
- Señales de compromisos con la impunidad en solo cien días.
En el curso de sus
primeros cien días de gobierno, Danilo Medina produjo cinco señales
contundentes respecto a su compromiso con la impunidad.
1.-La composición de su gabinete.
2.-El paquetazo tributario como recurso dirigido a
traspasarle a la sociedad los que unos pocos de robaron, malversaron y dispendiaron.
3.-La negativa a reducir en mucho mayor escala el
gasto superfluo y dispendioso del Estado, y a disminuir la abultadísima nómina
pública.
4.- Las instrucciones el Procurador General de la
República Dominicana para no darle curso a las investigaciones y procesos
judiciales que pudieran afectar la impunidad de Leonel Fernández y de sus
funcionarios alcancías.
5.-Su reciente proclama de borrón y cuenta nueva al
recomendar que “no tiremos piedras hacia atrás”, al tiempo de justificar
enfáticamente el paquetazo.
Pienso que no se
necesitan mas evidencias para afirmar que en la agenda de Presidente de la
República no está sancionar a los grandes corruptos de Estado, menos aun
recuperar sus voluminosas fortunas mal habidas.
Mas claro de ahí…
- Lo peor viene por ahí.
Esto nos da la razón
para pensar una navidades en la que el pueblo
empalme su alegría consustancial con la lucha contra la impunidad y contra el
paquetazo, pero a la vez nos convoca a plantear con mas fuerza la decisión de
proponernos un 2013 sin corruptos impunes y sin paquetazo neoliberal
empobrecedor.
El paquetazo tributario
habrá de afectar significativa y materialmente la forma de vida del pueblo
trabajador, de la pobrecía dominicana y de las capas medias… sobre todo avanzando
el mes de enero, febrero y marzo.
Entonces la presunción
habrá de convertirse en restricciones y penurias bien concretas.
Entonces es que los
nuevos impuestos embestirán con fuerza, potenciando el contraste entre el
penoso estatus de sus víctimas y la opulencia de ladrones y saqueadores
impunes.
Agrégasele a esto el
todavía pendiente tarifazo eléctrico
colgado del acuerdo con el FMI y súmasele el ecocidio y el saqueo en marcha a cargo de las grandes corporaciones
transnacionales de la minería, para apreciar hasta donde los reclamo de cárcel
para los corruptos, recuperación de lo
robado, anulación del paquetazo y las políticas neoliberales, fin de la
impunidad y de la corrupción de Estado y cese de la depredación ambiental y la
expoliación transnacional, habrán de asumir nuevas dimensiones cara a la
alternativa necesaria.
Sobre todo cuando este Estado,
esta dictadura institucional, este régimen político, se ha constituido en
resistente y tozuda barrera a esos justos reclamos; solo superable desde la
democracia de calle, desde la indignación y movilización multiforme y
multifacética… hasta abrirle paso a su refundación vía Constituyente Popular.
4-12-2012