viernes, 7 de diciembre de 2012

Año nuevo sin corruptos y sin paquetazo





"Año nuevo sin corruptos y sin paquetazo"

Por Narciso Isa Conde

La continuidad de una “Navidad contra la corrupción” debería ser un “AÑO NUEVO  SIN CORRUPTOS y SIN PAQUETAZO”. Me refiero al 2013, en el que la lucha contra la impunidad y contra los efectos empobrecedores del paquete tributario, deberá remontar si no nos resignamos a encajar y soportar pasivamente los golpes recibidos.

El presidente Medina Sánchez optó por proteger el cártel del al corrupción de Leonel y a toda la partidocracia corrompida. Y lo hizo desde su olvidada condición de connotado personaje del viraje del PLD (1996-2000) hacia su conversión en un “partido de Estado” nutrido por los fondos del gobierno, el tráfico de influencia, los privilegios, la malversación del patrimonio público, la apropiación del patrimonio natural y otros modalidades de la plácida y ostentosa existencia  humana, una vez consumada la renuncia a los valores que le dieron origen.

Ese viraje fue cónsono con las prácticas clientelistas que determinaron la incursión del PLD en el campo de la comercialización-privatización de la política, fenómeno muy arraigado y potenciado en la llamada era neoliberal del capitalismo.

Danilo Medina fue impulsor y es un producto político de esas realidades estimuladas desde el desbordado pragmatismo que se apoderó de la cúpula del PLD en la medida el profesor Bosch declinaba y las conexiones con el balaguerismo crecían con la anuencia de Joaquín Balaguer y la intermediación del llamado “Tío Guaroa”, mote empleado por la dirección morada para denominar a Guaroa Liranzo, destacado capo político y figura señera en la conformación de los cárteles de la construcción durante los 20 años de gobierno del PRSC.

  • Señales de compromisos con la impunidad en solo cien días.

En el curso de sus primeros cien días de gobierno, Danilo Medina produjo cinco señales contundentes respecto a su compromiso con la impunidad.

1.-La composición de su gabinete.

2.-El paquetazo tributario como recurso dirigido a traspasarle a la sociedad los que unos pocos de robaron, malversaron y dispendiaron.

3.-La negativa a reducir en mucho mayor escala el gasto superfluo y dispendioso del Estado, y a disminuir la abultadísima nómina pública.

4.- Las instrucciones el Procurador General de la República Dominicana para no darle curso a las investigaciones y procesos judiciales que pudieran afectar la impunidad de Leonel Fernández y de sus funcionarios alcancías.

5.-Su reciente proclama de borrón y cuenta nueva al recomendar que “no tiremos piedras hacia atrás”, al tiempo de justificar enfáticamente el paquetazo.

Pienso que no se necesitan mas evidencias para afirmar que en la agenda de Presidente de la República no está sancionar a los grandes corruptos de Estado, menos aun recuperar sus voluminosas fortunas mal habidas.

Mas claro de ahí…

  • Lo peor viene por ahí.

Esto nos da la razón para pensar  una navidades en la que el pueblo empalme su alegría consustancial con la lucha contra la impunidad y contra el paquetazo, pero a la vez nos convoca a plantear con mas fuerza la decisión de proponernos un 2013 sin corruptos impunes y sin paquetazo neoliberal empobrecedor.

El paquetazo tributario habrá de afectar significativa y materialmente la forma de vida del pueblo trabajador, de la pobrecía dominicana y de las capas medias… sobre todo avanzando el mes de enero, febrero y marzo.

Entonces la presunción habrá de convertirse en restricciones y penurias bien concretas.

Entonces es que los nuevos impuestos embestirán con fuerza, potenciando el contraste entre el penoso estatus de sus víctimas y la opulencia de ladrones y saqueadores impunes.

Agrégasele a esto el todavía pendiente tarifazo eléctrico colgado del acuerdo con el FMI y súmasele el ecocidio y el saqueo en marcha a cargo de las grandes corporaciones transnacionales de la minería, para apreciar hasta donde los reclamo de cárcel para los corruptos, recuperación de lo  robado, anulación del paquetazo y las políticas neoliberales, fin de la impunidad y de la corrupción de Estado y cese de la depredación ambiental y la expoliación transnacional, habrán de asumir nuevas dimensiones cara a la alternativa necesaria.

Sobre todo cuando este Estado, esta dictadura institucional, este régimen político, se ha constituido en resistente y tozuda barrera a esos justos reclamos; solo superable desde la democracia de calle, desde la indignación y movilización multiforme y multifacética… hasta abrirle paso a su refundación vía Constituyente Popular.

4-12-2012