Se intentensificó la guerra sucia contra la oposición popular con el inicio del Proceso de Paz. |
NOTAS “VOZ DE COLOMBIA”
Puntos de vista de un desterrado
colombiano
No.009 – Diciembre 8 de 2012
Por: Valmen – Vozcol
Micronota:
Para los sectores de la
ultraderecha, interna y externa, se les hace muy peligroso el que las fuerzas
amantes de la paz y la justicia social, desarrollen iniciativas, hagan
propuestas y muestren caminos hacia la construcción de una patria de todos y
para todos. Para el movimiento social y de masas, la herramienta fundamental de
lucha y de acción ha sido, es y será la unidad.
La paz y la
justicia social son, para los pueblos, derechos irrenunciables…
Leyendo, releyendo, observando y
haciéndole seguimiento a los propios y grandes medios de comunicación,
monopolizados y controlados estrictamente por la ultraderecha interna y
externa, se reafirma el convencimiento de que la paz, como derecho fundamental
de los pueblos, solo se alcanzará si es conquistada en desarrollo de una
creciente y estremecedora movilización y acción del movimiento social, con las
grandes masas populares como fuerza fundamental, decisiva e insoslayable.
Así aparezcan como reiterativos
los indetenibles y cada vez más fuertes llamados a la unidad, a la organización
y a la lucha, las realidades, del ayer y del hoy, muestran que la
burguesía colombiana no abandona y no abandonará fácilmente su acorazada manía
de actuar tramposamente, acudiendo a la mentira y al engaño como
plataformas de lanzamiento de las más variadas maniobras interpretativas,
cargadas de promesas que, por si solas, jamás serán cumplidas.
El gobierno y los demás poderes
públicos, como instrumentos exteriorizadores y ejecutores del gran poder,
en la práctica se han y se están declarando incapaces de ejecutar y hacer
cumplir algunas “herramientas jurídicas” con las que teóricamente asumirían y
desarrollarían un proceso de truculenta restitución de tierras. Como respuesta
a una u otra medida, propuesta o sugerencia sobre el tema, el de la tierra,
públicamente y por vocerías del narco-paramilitarismo, se ha declarado la
existencia de un ejército anti-restitución que de inmediato intensificó los
planes criminales de masacres, asesinatos selectivos, desapariciones, amenazas,
desplazamientos forzados, despojos, saqueo de recursos y judicializaciones. Aquí,
en la más cruda realidad de la violencia terrorista de Estado, el país y la
comunidad internacional progresista se hacen preguntas como:
¿El recrudecimiento de la guerra
sucia es acaso la “simple y caprichosa iniciativa” de uno o de varios grupos de
bandidos? - ¿Quiénes resultan como directos, reales y “finos” beneficiarios en
el recrudecimiento de la guerra? - ¿Acaso los poderes públicos desconocen la
paternidad y los objetivos de la brutal y despiadada guerra sucia? - ¿Fue
realmente desmontado el narco-paramilitarismo y la narco-parapolítica? - ¿Qué
realmente se plantean los sostenedores de las estructuras criminales del
paramilitarismo? – ¿Qué se buscaba con la recientemente fracasada reforma
a la justicia? – ¿Qué se ha pretendido y pretende con las fuertemente
cuestionadas instrumentaciones a la justicia castrense y fuero militar? –
¿Tantas aberraciones caminan y se desarrollan a “espaldas del gobierno”? - ¿El
respectivo presidente de turno, como los anteriores, está o no informado
de tantas y tan sucias maniobras? - ¿Si, a manera de ejemplo, todo estuviese
sucediendo a “espaldas” de Santos, quién o quiénes en verdad gobiernan al país?
- ¿No serán las poderosas multinacionales y la clase dominante local las
que realmente están detrás de los planes de guerra para seguir masacrando
la paz?
La lucha del pueblo colombiano,
con su directa participación en todos y cada uno de los espacios de diálogo,
sin duda avanzará hacia una profunda reforma agraria que devuelva a nuestra
patria, de conjunto y sin esguinces, la soberanía nacional territorial que le
ha venido siento arrebatada por el gran capital internacional, con la
vergonzosa complicidad de los sectores pro-imperialistas del país.
Inquietud de Paquito:
¿No es acaso
terrorismo de Estado el hablar de paz y alimentar la guerra?
(Hasta
la próxima)