Por Horacio Duque
Hoy 18 de diciembre de 2012, es el
“Día P” para el nuevo modelo de aseo estatuido en la Capital de la República
por el Alcalde progresista Gustavo Petro.
El jefe de la ciudad ha dictado el Decreto 546 del 10 de diciembre,
mediante el cual se dispone un nuevo esquema de manejo de los residuos sólidos
arrojados por casi 10 millones de ciudadanos que dan forma a una masa de casi
7000 toneladas diarias de basuras.
Gustavo Petro, alcalde de Bogota |
El tránsito al nuevo procedimiento no ha estado exento de
traumatismos. Desde hace cerca de 20 años dicho servicio ha sido un monopolio
de políticos pastranistas, campeones del clientelismo y la corrupción y más
recientemente de empresarios paramilitarizados que trabajan en llave con el
Ministro de Vivienda, Germán Vargas Lleras, un politiquero que hace de jefe de
una marca electoral conocida como Cambio Radical, que no tiene nada de cambio
ni de radical. Vargas Lleras ha conformado una red de caciques y gamonales con
enclaves en el Concejo de Bogotá, la Alcaldía de Barranquilla, la de
Armenia y los departamentos de Casanare y Arauca, donde opera en alianza con
las huestes paramilitares de Martín Llanos y Julio Acosta, principalmente
para despojar las regalías petroleras que han desviado a sus bolsillos en los
últimos 20 años, mediante el plomo y la violencia. Martín Llanos está
en la cárcel, junto a su sanguinario padre y Julio Acosta paga largos años de
prisión en La Picota por ser el autor de asesinatos de educadores y lideres
sindicales en Arauca.
Atesa, Lime Ciudad Limpia y Aseo Capital, las empresas que hasta
ayer tenían el encargo de las basuras de Bogota, han opuesto una
tenaz resistencia a la terminación de sus fraudulentos contratos y para el
efecto se han valido de campañas oscuras, amenazas de revocatoria al mandato
del Alcalde Petro y de presiones violentas.
Sin embargo, el Jefe de la administración se ha mantenido firme en su
voluntad y propósito de dar un vuelco a este servicio para ofrecer un manejo en
los términos que lo demanda el fenómeno del calentamiento global y los
problemas ambientales, como el que se deriva del relleno de Doña Juana, un
verdadero esperpento pre moderno enclavado en la urbe principal de
Colombia.
El nuevo modelo de aseo progresista implica la inclusión de los
recicladores en el manejo de las basuras, una nueva cultura ambiental para
hacer uso de las dos bolsas, la negra para los reciclables y la blanca para los
orgánicos, la eliminación de los rellenos sanitarios y el paso del
paramilitarismo al ecologismo.
Ya no van más los paramilitares uribistas y de Vargas Lleras,
manipulando las basuras de Bogota para sus oscuros fines. Sus
multimillonarias ganancias son la fuente del atraso de Bogota, capturada por
megacarteles fascistas que vulneran los derechos y las libertades democráticas.
Los cuentos antichavistas contra el Alcalde Petro, es el acostumbrado
discurso de la derecha para impedir los cambios profundos que demanda Colombia.
Es la historia de los tecnócratas del neoliberalismo de Plantación Nacional,
que viven en la perpetua idolatría de los mercados monopolizados por
unos pocos. Aun así reclaman “la libre competencia”, como lo hacen
los actuales cuatro monopolios del desaseo de Bogota, propiedad de William Vélez
y Alberto Ríos, la resaca paramilitar uribista en Bogota.
Apoyamos desde hoy el día P, de Petro, el nuevo modelo de aseo del
siglo XXI para Bogotá.