Secret freedom
Darío Botero Pérez
Lo que les interesa a los monstruos que
manejan a USA, es promover el individualismo hirsuto propio de los colonos
aislados y huraños que la pueblan, y que tienden a conformar clanes entre
semejantes cuando socializan.
Difícilmente pueden desarrollar sentimientos de
solidaridad que los integren a la sociedad y les permitan compartir valores
identitarios de ámbito nacional, auténticos y respetables por los demás pueblos
autónomos y sin origen artificial.
Lo único que los une es su juramento a la
Constitución, con su consecuente patrioterismo torpe, elemental y genocida,
garantizado por la segunda enmienda constitucional que a todos les permite
convertirse en sujetos armados y potencialmente asesinos, dispuestos a defender
su propiedad privada por encima de la Vida misma. De hecho, tal gabela criminal
les exige dar la Vida para defender los intereses de los wasp y los sionistas,
sobre todo matando inocentes desconocidos cuyos territorios albergan riquezas
que obnubilan y desatan la codicia de los potentados inescrupulosos.
Incidentalmente se ha tratado de campesinos
elementales provenientes de todo el Mundo en busca del ilusorio “sueño
americano”.
Los manipulan y envenenan otros zorros de la peor
calaña y la mayor astucia, quienes suelen convertirles a las mayorías su sueño
en pesadilla.
Para lograr entender las dinámicas suicidas y
mortales que dirigen al Mundo y sus contenidos, conviene tener en cuenta que
los masones cultos saben que la inmigración de los desgraciados abandonados y
desamparados -incapaces de hallar en su patria maneras de sobrevivir, como los
españoles en la actualidad-, les permite contar con una base social de
ignorantes, y hasta de graduados universitarios desempleados y desperdiciados,
resueltos a progresar, ávidos de supervivencia y capaces de hacer mundos
pisoteando a quien sea. ¡Qué peligro!
También saben que esos miserables ambiciosos,
decididos a sobrevivir como seres libres, adinerados y dignos, en una irónica
expresión de eugenismo resultan ser genéticamente mejores que los bostonianos y
otras lacras con ínfulas aristocráticas, que conservan su pureza racial y se
niegan a mezclarse, lo cual los hace víctimas fáciles de la despreciada
diversidad, propicios a enfermedades genéticas e infecciosas mucho más que sus
despreciadas víctimas sociales.
Por eso temen desatar ampliamente la guerra bacteriológica,
pues terminaría exterminándolos antes que a los despreciados supervivientes,
que destinan para siervos tanto como para sacrificios propiciatorios que calmen
a sus dioses asesinos, cuya complacencia con el olor a carne asada es
vergonzosa y demostrativa de su falaz divinidad.
Pero los antiguos colonos de Texas y California,
tanto como los llegados de todos los orígenes latinoamericanos –que, en su
mayoría, eran discriminados porque olían a “mexicano”hasta que tuvieron que
aceptar el uso de esos desodorantes ofrecidos por el consumismo, al entender
que no se trataba de un asunto de orgullo nacionalista sino de aseo e higiene-
han impedido, en este 2012, volver a elegir en USA alguna bestia republicana
que profundice las políticas repugnantes de los Bush y demás integrantes de la
Continuity of Govermment. Se han resignado a reelegir al conocido y ágil
pusilánime, Barak Obama, mediocre demagogo ya conocido y, también, una ficha de
esas pestes, aunque menos evidente.
No obstante, siguen siendo víctimas de los
criminales que integran ese partido de rubios de preclara moral, exclusivista y
evidentemente superior, según los inducen a creer sus conviccioncitas de
potentados poderosos descendientes de extraterrestres o, al menos, de notables
enemigos de la Humanidad; pero sin ética ni respeto hacia quien les parezca
distinto y, por ende, inferior, como los palestinos ante los esclavos liberados
por Moisés.
A los enemigos comunes, su deplorable y elemental
egoísmo los induce a oponerse al progreso de las mayorías, tan plausible y
asequible ahora cuando la productividad industrial está en condiciones de
satisfacer las necesidades de consumo de todos los habitantes si se supera el
absurdo individualismo capitalista que sacrifica pueblos y biosfera para
mantener los privilegios de los decrépitos, mientras derrocha trabajo, insumos
y energía que terminan convirtiendo el Mundo en un basurero pero que,
racionalmente usados, permitirían satisfacer las necesidades de todos y de
muchos más, aunque los potentados neoliberales afirmen e inculquen lo contrario
a los ingenuos que les creen sus mentiras letales.
Tales bestias retrógradas prefieren apoyar la
discriminación y el crimen como recursos normales para afirmar su presunta
superioridad, ahora tan cuestionada debido a los asesinatos de usanos
inocentes, protagonizados por sus simpatizantes, armados hasta los dientes y
alienados por una cultura despreciable que le rinde culto a la violencia y la
impiedad de los híper egoístas “preppers”, mientras los aleja de los valores
humanos de solidaridad que habrán de liberarnos a todos en la Sociedad
Democrática Global que remplace la desastrosa Historia.
La misma duda racional sobre el propósito
deliberado de imponer su Apocalipsis contra los intereses de la biosfera y de
la Vida, surge de la rutinaria e insoportable exterminación de palestinos, que
ya no podrán seguir ejecutando impunemente las lacras que le robaron a Esaú su
legítima progenitura y que pretenden ser los únicos semitas, cuando no son más
que unos degenerados parásitos invasores y asesinos obsesos, presuntamente
dueños de las conciencias ajenas porque insisten en considerarse los voceros de
dios a quienes todos debemos someternos.
¡Así son de primitivos, ridículos y peligrosos,
pues, sin lugar a ninguna duda, se consideran perfectos y modelos para los
demás seres humanos!
Por fortuna, su desmesura es tan patética y sus
métodos tan inhumanos, que ellos mismos están cayendo en la cuenta de que no
pasan de ser unos criminales arrogantes y desatinados que apenan y descalifican
como digna de sobrevivir a la especie humana. Entienden que ésta los repudia
crecientemente en la medida en que insisten en su mesianismo homicida y
ecocida.
Pero no podemos esperar que se suiciden o renuncien
a sus privilegios.
Derrotarlos nos corresponde a todos y cada uno de
quienes tenemos amor propio y conciencia de dignidad personal y social. Es
indispensable y urgente si aspiramos a preservar la Vida en medio de un futuro
decente y generoso que tenemos que construir entre todos los habitantes de la
Aldea Global.
¡Ahí es donde y cuando cobra sentido la disposición
de cada uno! Tu derecho a intervenir es incuestionable e inherente a tu
existencia individual. Pero ejercerlo debe ser tu decisión, no la de quienes te
manipulan, engañan y estafan.
Según la simbología maya, estamos ingresando a un
nuevo período antropológico en el cual todos deberemos vivir dignamente. Para
lograrlo basta repudiar la violencia y reivindicar la verdadera democracia.
Y lo estamos haciendo, abriendo y abonando las
flores de la Primavera Árabe, ahora amenazada por los teocráticos pero capaz de
dar todas las luchas necesarias para crear las bases de esa Sociedad
Democrática Global. Ésta a todos nos involucra al ofrecernos un espacio
político y social donde podemos conquistar una Vida digna desde el momento en
que nos deshagamos de los potentados, ojalá por métodos incruentos.
De eso se trata el reto mundial actual para la
Humanidad decente, que es la mayoritaria y, cada vez, más lúcida, informada y
resuelta.
En estas circunstancias, las probabilidades para la
Vida son cada vez mayores, mientras la decadencia de los potentados se vuelve
inocultable y creciente, de modo que pronto hemos de vencerlos para evitar que
cumplan sus planes juiciofinalistas, tanto como para alcanzar la justicia
social que a todos nos reconozca el derecho a existir en las mejores
condiciones posibles, disfrutando las conquistas de la ciencia y la técnica y
reivindicando las conquistas de los sabios y persistentes pueblos milenarios,
tan despreciadas por el Capitalismo y su expresión agónica, el Neoliberalismo,
pero cuya capacidad para sobrevivir es innegable y evidente.