Por Horacio Duque
Duele en lo profundo de la
existencia las horas difíciles del Presidente Hugo Chávez. Un gigante de la
especie humana agobiado en su condición natural por una terrible perturbación
de su salud. Esa es la vida. Nadie esta exento de un evento catastrófico.
Admirable su fortaleza y lealtad con el pueblo bolivariano y
latinoamericano. Verlo en la reciente campaña atendiendo los compromisos
revolucionarios produce admiración y explosión de alegría.
Llevo casi 20 años siguiendo cada uno de sus pasos. Escuchando su
palabra. Aprendiendo sus lecciones. Observando su talento y destreza política.
Que genio. Un campeón en toda la línea.
Chávez nos regresó a la utopía socialista. Nos indicó que la liberación
social y nacional es una realidad que construimos con la conciencia, la
organización y la lucha revolucionaria. Nos mostró que la fantasía neoliberal
es eso, una gran mentira que sirve a los ricos y azota a los pueblos.
Chávez es inmortal. El chavismo es la conciencia de la multitud
continental anti imperialista. Sus ideas son la palanca transformadora
radical que abrió las puertas de la libertad, la solidaridad, la democracia y
el socialismo revolucionario.
Fuerza Comandante. Estamos contigo. Seguimos la marcha que tu
grandiosa existencia nos ha trazado.
¡¡Patria o muerte!!
¡¡¡¡Venceremos!!!!