La gran verdad que sólo los pueblos entienden
Por Jorge Capelán, RLP/TcS
La aciaga noticia de que el presidente Hugo Chávez debe interrumpir
sus obligaciones al mando de la Revolución Bolivariana para, una vez más,
enfrentar un duro combate contra el cáncer que se creía en retirada, ha causado
conmoción entre los pueblos del mundo.
No en vano, hace unos días, el canciller palestino, Riyad Al Maliki,
decía en una entrevista para TeleSur que “ahora Hugo Chávez no es la persona
que pertenece a Venezuela, es una persona que pertenece al mundo entero”, ya
que Hugo Chávez “representa la lucha verdadera del ser humano que quiere ser
libre, independiente, tanto en Venezuela como en Palestina, como en cualquier
otro país”.
Esta verdad, comprendida por millones de personas del pueblo dentro y
fuera de Venezuela, fue corroborada por las masivas vigilias y las numerosas
expresiones de solidaridad que han tenido lugar en todo el globo. Una
manifestación virtual organizada por Internet para desear la pronta recuperación
de Chávez se convirtió en el tema más popular de la red social Twitter horas
antes de iniciar habida cuenta de los millones de mensajes enviados desde
Venezuela, América Latina y el mundo.
Esos millones de personas comprendieron lo que quiso decir Chávez el
sábado por la noche cuando afirmó: “En el marco de este mensaje, que por
supuesto jamás hubiese querido transmitirles a ustedes, porque me da mucho
dolor en verdad que esta situación cause dolor, cause angustia a millones de
ustedes, pues, que hemos venido conformando una sólida unidad, un solo ente,
porque como decíamos y decimos, ya en verdad Chávez no es este ser humano
solamente, Chávez es un gran colectivo, como decía el eslogan de la campaña:
¡Chávez, corazón del pueblo! Y el pueblo está aquí en el corazón de Chávez. Y
menos aún en estos días de Navidad. Pero, bueno, así son las circunstancias de
la vida.”
Pero esos son los pueblos. Las élites que viven de, por y para el
imperio, por su parte, no pudieron disimular su gozo. El ejemplo más gráfico es
el de la vocera del Departamento de Estado, Victoria Nuland, que tuvo el
descaro de afirmar que “cualquier sucesión (de Chávez) siga los términos de la
Constitución venezolana”, un descaro que adquiere tintes verdaderamente
macabros para todo el que conoce que fueron los propios Estados Unidos los que
organizaron un golpe de Estado para derrocar a Chávez y acabar, no sólo con su
vida, sino con la misma Constitución Bolivariana que ahora piden“respetar”.Esas
voces en Nicaragua adquieren tintes de farsa. Por ejemplo, y como era
predecible, el diario zopilote, La Prensa, junto a algunos políticos-zopilotes
del PLI-MRS, fueron los primeros en especular con la posible desaparición
física del Comandante Chávez. Pobres, ¡qué poco conocen a nuestros pueblos!
Mención aparte merecen las declaraciones del presidente del Cosep,
José, Adán Aguerri, sobre la necesidad de un TLC con Venezuela y de las ventas
de carne al país bolivariano en momentos en los que el presidente Hugo Chavez
se encuentra librando una batalla contra el cáncer. Aparte de su mal gusto,
muestran la estrechez de miras del empresariado nicaragüense.
Paradójicamente, mientras que la inmensa mayoría de las y los
pulperos, de las y los mercaderos, de las y los artesanos y de todo el pueblo
humilde de Nicaragua se encuentra elevando plegarias por la salud del
comandante Chávez, los dirigentes de la empresa privada se comportan como
verdaderos pulperos desalmados, hablando de carne y de negocios. Por suerte que
el presidente de Nicaragua es el Pueblo, porque el empresariado de este país se
encuentra muy lejos de poder jugar un papel de liderazgo, por más que lo
reclame, muchas veces atribuyéndose méritos que no le corresponden.
En fin, como dijo una vez el comandante Chávez refiriéndose a la
pequeñez del alma de cierta gente: “Águila no come mosca”. Los pueblos de
Nuestra América entienden que estos son momentos triste pero gloriosos y de
gran responsabilidad. Como dijo Daniel ayer, estos son momentos trascendentales
para América.
“Hoy la América por la cual luchó Bolívar, esa América Latina y
Caribeña que hasta hace unos años lucía totalmente fragmentada, hoy se
encuentra más unida que nunca y se ha encarnado en proyectos extraordinarios
donde brilla el fuego de los libertadores” aseguró el líder nicaragüense
refiriéndose al ALBA, a la CELAC y a tantas otras de las maravillas que hoy en
día presenciamos.
Esa es la verdad que comprenden los pueblos y estarán a la altura de
ella. No dejarán, por nada del mundo, que se apague el fuego de los
libertadores.
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Publicado por Jorge Capelán para Comentarios e
Información desde Nicaragua el 12/11/2012