Hernan Camacho, Foto; Carmela Maria (Itv) para la Alianza de Medios y Periodistas por la Paz. |
Por: Hernan Camacho - Voz para la
alizanza de medios
Con un panel de contexto se dio inicio a las mesas de trabajo del Foro
“Política de Desarrollo Agrario con Enfoque Integral”, organizado por las
naciones unidas y la universidad Nacional. Las tesis de aproximación fueron
ricas en argumentos y realidades a partir de las cuales sirvieron de insumos a
los 1200 invitados de al menos 16 sectores representativos del agro colombiano.
El campesinado, indígenas, afrocolombianos, mujeres, lgbti, iglesias,
partidos políticos, defensores de derechos humanos, movimientos sociales y
populares, gremios y empresarios del campo escucharon atentos las
intervenciones previas a las deliberaciones, entre ellas, la presentada por
Olga Lucia Quintero, vocera de La Asociación Campesina del Catatumbo, Ascamcat,
y la Asociación nacional de Zonas de Reserva Campesina, Anzorc, quien aterrizo
su ponencia titulada: La paz de los campesinos es la paz con justicia social.
“Si bien el régimen político y económico se ha basado en la exclusión
de los más amplios sectores de la sociedad, no dudamos que tal exclusión se ha
ensañado en contra nuestra” señaló la líder campesina quien además llamó la
atención en el la concentración de la tierra de la que dice se manifiesta en un
coeficiente Gini por encima del 0,8. Como plena prueba de los mayores
indicadores de pobreza que afectan al campo, además, de la violencia política
contra el campesinado, y una contrareforma agraria que ha dejado entre 8 y 10
millones de hectáreas de tierra despojada a los pobladores.
La contundente ponencia de Olga Lucia Quintero, rechazó de manera
contundente los por menores de la afamada ley de víctimas promocionada por el
gobierno del presidente Juan Manuel Santos. “Lejos de restituirnos la tierra,
con esta ley a lo sumo nos entregarán títulos, para entregársela asegurada a
los grandes empresarios nacionales y extranjeros, de quienes se nos dice como
un mal chiste, que nos convertirán en “empresarios”, mote con el que ocultan
una renovada forma de explotación de nuestra fuerza de trabajo”.
La paz resulta entonces un concepto más allá del apaciguamiento, la
justicia social tiene contenido. En palabras de la vocera campesina del
Catatumbo los colombianos, los excluidos y en especial los campesinos tienen
derecho y pueden ejercer el poder; “No solo reclamamos la redistribución de la
tierra, sino la redistribución de toda la riqueza que los trabajadores
colombianos construimos día a día. Reclamamos la redistribución del poder. No
reclamamos el poder al que estamos sometidos, el poder que oprime, discrimina y
excluye, el poder que despoja, arrasa la vida, y teme a la diversidad” indicó.
No obstante la frase que levando los aplausos del auditorio fue “A los
sectores aferrados al poder y a la riqueza les decimos hoy: no teman al poder
desde las bases, no le teman a la controversia de ideas, a la diversidad y la
creatividad, no teman a la construcción soberana y democrática de nuestra
historia. No teman a la riqueza y la tierra bien repartidas, no le teman a la
justicia social”.
Por último, llamó la sociedad en pleno, a los excluidos, a los
olvidados, a los maestros, a las amas de casa, a los estudiantes, a los
comerciantes, a todos los que contribuyen a la riqueza del país con su trabajo
a la movilización social en busca de la paz. “Les invitamos a apropiarse de los
destinos del país”.
De esta manera se hizo práctica la participación política de los
ciudadanos organizaciones sociales y populares en el proceso de paz. Aún faltan
más voces que enriquezca el debate, pero sin duda es un punto de partida muy
importantes y los insumos deben ser tratados en la Mesa de La Habana entre los
plenipotenciarios de las FARC-EP y Gobierno nacional.