martes, 11 de diciembre de 2012

"El Congreso le tiene miedo a los militares": senadora Moreno Piraquive





 “El Congreso le tiene miedo a los militares”: senadora Moreno Piraquive

Por: Édgar Artunduaga

Fuente del portal Kienyke
La senadora Alexandra Moreno Piraquive, presidenta del partido MIRA, lleva una década en el Congreso y se confiesa sorprendida por el temor que siguen inspirando los militares.
La congresista se retiró de las deliberaciones que terminaron con la autorización del ascenso a 33 altos oficiales, algunos investigados por “falsos positivos”.
Moreno Piraquive considera que hay graves vicios en este proceso:
-Hay muchas hojas de vida, muy buenas, sin ninguna tacha, sin manchas, que no son escogidas por la Junta de Generales. Tendremos que llegar a exigir que los altos oficiales presenten al Congreso sus declaraciones de renta, información sobre sus bienes y propiedades. Un informe de contrainteligencia que resulte más confiable. El caso Santoyo es la mejor demostración de que no hay transparencia.
¿Hay mucha laxitud con el asunto del de los ascensos?
Sí, claro. Como el caso Santoyo hay otros. El Ministerio de Defensa informa que hay unos filtros tan exigentes, que saben hasta los movimientos mínimos de cada oficial. Saben si estuvieron o no en una discoteca, saben si tuvieron o no novias, cosas tan personales. Cómo es posible, entonces, que nadie se dio cuenta del prontuario de narcotráfico del señor Santoyo. Si ellos no van a ser los filtros o si están tapando información, pues el Congreso tiene la obligación de hacer una Ley y exigirles esos informes de contrainteligencia.
¿No es confiable para usted el informe que entrega la Junta de Generales?
Los generales se guardan la información para ellos. No la entregan al Congreso. En el Senado nunca hemos recibido información precisa.
¿Los generales se tapan entre ellos?
Sí. Realmente eso es lo que yo creo, a mi modo de ver, de manera personal.
Senadora, ¿tenemos los generales o la cúpula militar y policial que nos merecemos?
Es una institución muy cerrada que tiene un absoluto respeto y sumisión por las jerarquías. Entonces allí, claro, se forman las roscas, los intereses particulares, lo que impide conocer la verdad. Algunos de ellos a riesgo de perder lo que tienen en la institución han hablado, se han quejado de los manejos irregulares, de manejos no transparentes que tiene la Institución Militar. Es necesario que haya filtros, pero en el Congreso, no entre los mismos militares.
Por lo que acaba de pasar, primero con Santoyo y después con otros oficiales, parece que el Congreso no aprende….
Yo no sé qué pasa con el Congreso. También hay una reverencia absurda por toda la Institución Militar, que es respetable por lo que hace, pero permeados incluso por el narcotráfico.
¿Quién no esté en la rosca no sube?
Es difícil, es una queja de ellos mismos. Personas que debieron ser ascendidas son sacrificadas por esa rosca, con la disculpa de la discrecionalidad. De manera inexplicable sí pasan algunos investigados por graves delitos.
¿El gobierno, el ejecutivo es suficientemente independiente frente al poder de los militares?
No. Inclusive se lo manifestamos al señor Ministro de Defensa. Él también tiene muchas limitaciones. Él hace las veces de notario de lo que quieren las juntas militares. Creo que allá hay un poder absurdo, que hay que romper.
¿Si el Ejecutivo no es independiente, y el legislativo tampoco, estamos en manos de una Junta de Militares?
Pues infortunadamente el Congreso no sé por qué se abstiene de hacer lo que tiene que hacer. Ser contundente, más fuerte. El Congreso colombiano siempre ha tenido esa convicción de ser convidado de piedra. Y eso es lo que hemos criticado de las posiciones lánguidas frente a casos como el de los ascensos militares.
¿Usted ve con preocupación o con temor lo que está sucediendo, que conoce perfectamente?
Lo hemos manifestado en público, si no actuamos con leyes más severas, el caso Santoyo se seguirá repitiendo.
Me sorprende que senadores como Galán, que había mostrado fuerte independencia sobre el tema, se hayan plegado al pupitrazo…
Yo me sorprendí también. No sé por qué cambió de posición. Con él estuvimos en la comisión Segunda cuando se hizo el ascenso de Santoyo. Y los dos nos opusimos a ese ascenso porque había una investigación sobre las chuzadas. Y eso era más que suficiente para negar el ascenso. Entonces no entendemos qué motivos tuvo para cambiar de posición.
Un periodista avezado le recomendó a un reportero principiante: Métase con todo el mundo, menos con los curas y los militares. ¿Usted piensa que eso es válido?
Sí, eso es muy válido. A mí me han hecho advertencias, que no me meta con los militares porque me puede ir mal. Entonces yo espero que Dios me guarde de cualquier cosa. Pero tengo un deber con Colombia y he hablado, lo he hecho. Espero que esto sirva para que cambien las cosas en el Congreso. No es por el bien mío, es por el bien del país.
¿Y en resumen, qué tanto es lo que le preocupa de las Fuerzas Militares?
Es una institución que debe sumisión total a la jerarquía militar. La regla es, entonces, obedecer y callar. El poder absoluto es de la Junta Militar, que le entrega informes a un ministro que pasa dos o tres años en el cargo, mientras los militares lo hacen toda la vida.
Si los filtros están en manos exclusivas de los militares, no hay total transparencia. El Congreso es convidado de piedra. Se impone el “tape-tape”, “no diga eso”, ‘esperemos o callemos’. Eso es normal que suceda entre los militares, pero el Congreso está en la obligación de conocer información secreta del Estado, privilegiada y necesaria para tomar decisiones más justas y convenientes.
¿Si Estados Unidos no se lleva a Santoyo, si Santoyo no se entrega a las autoridades americanas, hubiera seguido siendo el respetado general colombiano?
Claro, ese es uno de los cuestionamientos. Aquí todos son respetados, respetables, son los mejores policías del mundo, hasta cuando explotan situaciones graves como la sucedida. Sin profundizar en la doble moral de Estados Unidos en el asunto.
¿En síntesis, el Senado de la República y la Comisión Segunda que debe tramitar esos ascensos militares, prácticamente procede de manera ligera en cada caso. ¿O en todos los casos? ¿O a través de la vida ha sucedido lo mismo?
Sí, es normal. Siempre ha sido un trámite notarial. Damos fe de lo que dicen las Juntas Militares.
¿Falta más valor civil?
Claro. Hacer la Ley es lo de menos. Es voluntad política y sobre todo valor. Abandonar ese temor reverencial que hoy le tenemos a los militares.
¿Se siente hablando sola, senadora?
Sí. Me siento hablando sola en muchos temas. Pero yo creo que el Congreso empieza a despertar. Con el traspié que tuvimos con Nicaragua… el Congreso empieza a entender que a los temas internacionales hay que ponerles cuidado…
Se ha dicho que el Congreso de la República es un apéndice del Ejecutivo. ¿Se confirma en el caso de Nicaragua y se confirma en el caso de los ascensos militares?
Sí, definitivamente. A veces somos simples notarios.